La UE acuerda castigar como delito la incitación al racismo y la xenofobia

Los ministros de Justicia de los 27 Estados de la Unión Europea (UE) han alcanzado un acuerdo para que la incitación al racismo y la xenofobia sean delito en todos los Estados comunitarios, aunque con garantías para aquellos donde la libertad de expresión permite esas manifestaciones. El acuerdo incluye además la reserva provisional de siete países, algunos de los cuales necesitan la confirmación de sus Parlamentos o Gobiernos.

Reunidos en Luxemburgo, los ministros de Justicia de la UE adoptaron una decisión marco que establece penas de entre uno y tres años de prisión para las incitaciones a la violencia contra grupos por su origen étnico o nacional, así como para la negación del Holocausto, los crímenes contra la Humanidad o los genocidios reconocidos por tribunales internacionales.

La principal discusión radicó en que Polonia, Estonia y Lituania querían que se englobara también a los crímenes estalinistas. Finalmente se acordó incluir una declaración que señala que esta decisión marco "no cubre" los delitos cometidos por regímenes totalitarios, a pesar de lo cual "el Consejo deplora todos estos crímenes".

El comisario europeo de Justicia, Seguridad y Libertades, Franco Frattini, jugó un papel crucial en el acuerdo, al ofrecer a los países reticentes la celebración de una audiencia pública en un país báltico, posiblemente en Riga (capital letona) durante el primer semestre de 2008, sobre los crímenes y represión cometidos por los regímenes totalitarios.

El texto final obliga a los Estados miembros a castigar la incitación pública al odio o a la violencia, incluso a través de la distribución de folletos, imágenes u otro material, "dirigida contra un grupo de personas o un miembro de este grupo definido respecto a raza, color, religión, nacionalidad u origen étnico".

Los Estados miembros en ningún caso tendrán que modificar sus reglas constitucionales y principios fundamentales relacionados con la libertad de asociación, libertad de prensa y libertad de expresión. Tras su adopción, cada país tendrá un plazo de dos años para ajustarse a las exigencias de la norma.

Finalmente, la norma no prohibirá símbolos específicos como las cruces esvásticas, algo que había sido rechazado por los grupos hindúes de toda Europa que alegaron que la esvástica ha formado parte de su simbología religiosa desde 5.000 años antes de que los nazis se apropiaran de ella. [elmundo.es]

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