El 'test' europeo de la inmigración

España es el segundo país de la UE en el que los inmigrantes disfrutan de más facilidades para acceder al mercado laboral, por detrás de Suecia. Es uno de los resultados del segundo estudio comparativo que analiza la integración de los inmigrantes en Europa, realizado por el British Council y el Migration Policy Group (Grupo sobre la Política de Inmigración) y presentado ayer en Bruselas. En general, España figura en el puesto décimo de la tabla que aglutina todos los factores que favorecen la integración de los inmigrantes, y es el segundo donde éstos tienen más facilidades para acceder al mercado laboral tras Suecia.

      El acceso al mercado laboral, la participación política y las facilidades para obtener un permiso de residencia son algunos de los elementos que los autores del informe consideran clave para trazar la radiografía de la integración de los que llegan a Europa en busca de una vida mejor.

      Los países nórdicos -sobre todo Suecia- y los Países Bajos figuran a la cabeza de la lista que mide los diferentes factores de integración de los inmigrantes. Francia aparece, sin embargo, en el undécimo puesto, junto a Eslovenia, y saca una nota especialmente mala en el capítulo de acceso al mercado laboral, una de las causas a la que los expertos atribuyeron la explosión de la crisis de los barrios periféricos en 2005. "Un demandante de empleo con apellido norteafricano tiene el doble de posibilidades de ser rechazado que un candidato similar con un nombre francés", dice el informe. Y explica, además, que en Francia decenas de perfiles profesionales están reservados a ciudadanos de la UE tanto en el sector público como en el privado.

      El Índice de políticas de integración de inmigrantes, cofinanciado por la Comisión Europea, destaca que España, pese a ser un país que ha comenzado a acoger inmigrantes hace pocos años, en seguida se ha convertido en uno de los destinos preferidos. Y explica que aunque en España tienen más posibilidades, a la hora de encontrar un empleo, que los propios españoles, tienen sin embargo el doble de probabilidad de tenerse que conformar con trabajos temporales.

      De los 28 países analizados -Noruega, Suiza y Canadá, además de todos los de la UE, excepto Rumania y Bulgaria-, España es el segundo mejor en cuanto al acceso de los inmigrantes al mercado laboral. Destaca el estudio la seguridad a la hora de encontrar un empleo en el mercado de trabajo español y los derechos asociados al empleo. "La mayoría de los permisos de trabajo son renovables, y los inmigrantes pueden quedarse en España para encontrar un nuevo trabajo cuando termina su contrato. Pueden afiliarse a un sindicato y cambiar rápidamente de trabajo, empleador, profesión o tipo de permiso", reza el texto, de 190 páginas.

      A la hora de evaluar el grado de participación de los inmigrantes en la vida política española o de las dificultades para obtener la nacionalidad, España sale bastante peor parada (puesto 14º). Y desciende hasta el puesto 17º en cuanto a la puesta en marcha de políticas de lucha contra la discriminación y el racismo.

      Toda la UE saca muy mala nota en cuanto a la participación política de los inmigrantes, según explicó Jan Niessen, del Migration Policy Group. El experto indicó que hasta 11 de los países analizados no garantizan el derecho al voto de los extranjeros asentados en esos países.

      Publicar un comentario

      0 Comentarios