En este año 6.700 menores se han jugado la vida en una patera para llegar a Italia

España, Grecia e Italia son los tres puntos calientes en aguas mediterráneas en lo que se refiere a la recepción de inmigrantes y refugiados. Personas provenientes de África (Cuerno de África, Gambia, Mali, Marruecos, Guinea, etc) y países del mundo árabe (Siria, Libia y Túnez, entre otros) cercanos a estos enclaves huyen de guerras y situaciones de inestabilidad y pobreza que asolan a sus países de origen. Según el informe Tendencias Globales, que elabora Acnur (Agencia de la ONU para los refugiados) el número de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos en todo el mundo asciende a 50 millones de personas por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Con lo cual la tendencia parece que se ha intensificado. Desde el lanzamiento de la operación Mare Nostrum en Italia en octubre de 2013, a raíz de las sucesivas catástrofes acaecidas en las costas de Lampedusa, son 66.400 personas las que han conseguido salvar su vida en situaciones extremas en el mar.

Italia
Las operaciones de búsqueda y rescate de refugiados e inmigrantes se han multiplicado en los últimos años y las cifras arrojan luz sobre la continuidad de este fenómeno. Los lugares más estratégicos de los flujos migratorios son Catania, Siracusa, Calabria y Palermo, todas próximos a las zonas de guerras y conflictos. El pasado lunes 30 de junio Acnur emitió un comunicado en el que recomendaba prestar atención a este fenómeno, pues en su caso las llegadas por mar de sirios y eritreos se cuadruplicaron en la primera mitad del año 2014 si se comparan con respecto a 2013. El organismo adscrito a la ONU recalcaba, con motivo de la presidencia italiana de la Unión Europea, que es necesario prestar atención a la situación de Siria puesto que necesitan protección internacional. Las cifras de menores que se embarcan en busca de una vida mejor son alarmantes. Según la organización Save the Children, de enero a mayo de 2014, 41.200 inmigrantes fueron rescatados en aguas italianas, de los que 6.700 eran menores de edad. Y los últimos datos de la organización, en el mes de mayo, exponen que 4.000 niños y niñas de nacionalidad eritrea y siria precisaron auxilio en este tipo de situaciones.

La última de las tragedias en el Mediterráneo tuvo lugar ayer con la desaparición de más de 70 personas en el Canal de Sicilia en una operación en la que se consiguieron salvar 27 personas. Esta es otra de las zonas clave en el paso de refugiados e inmigrantes puesto que el área aglutina aguas tunecinas e italianas al mismo tiempo. Acnur estima que ya son cerca de 500 personas las que han fallecido ahogadas o axfixiadas en lo que llevamos de 2014 en el Mediterráneo italiano, a pesar de los esfuerzos que han llevado a cabo las autoridades. La OIM (Organización Internacional para las Migraciones) cuenta que en veinte años más de 20.000 personas han perdido la vida intentando alcanzar las costas de la península itálica.

España
Nuestro país también recibe a refugiados e inmigrantes provenientes de países del Norte de África como Marruecos, Guinea o Argelia entre otros muchos. La necesidad de dar acceso en territorio español a personas procedentes de Ceuta y Melilla es clave, por ello Acnur llamó la atenciónsobre este asunto en un comunicado este pasado mes de junio. El enclave es la frontera entre África y España, donde se establecen lo que se conoce como Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que son la primera fase de los dispositivos de acogida que proporcionan prestaciones sociales básicas y asilo.

Los últimos datos de solicitantes de asilo en nuestro país son de 2012 y según estima el Ministerio del Interior ascienden a 3.000 personas, un número que ha decrecido desde el año 2008. En 2013 llegaron a la península 989 inmigrantes irregulares, mientras que en el mismo periodo del año anterior lo hicieron 1.475. La mayoría viaja a través de redes establecidas de tráfico de personas y lo hacen a través de los asaltos masivos a la valla de Melilla, que se han incrementado en los últimos meses, pese a que ha descendido el número de personas que llegan a nuestras costas.

La presión migratoria en el Mar Mediterráneo por parte de los países árabes comenzó a ser intensa por los problemas que se desataron a raíz de la Primavera Árabe. Actualmente sigue siendo crucial, sobre todo desde Siria y Sahel (área geográfica que se encuentra entre el Sáhara y la sabana de Sudán y que se extiende desde el Mar Rojo hasta el Océano Atlántico).

Grecia
El país heleno es la tercera clave en el conflicto de los desastres marítimos del Mediterráneo. La mayoría de los refugiados provienen de Libia y, por supuesto, del Cuerno de África y Siria. A comienzos de 2014 casi una docena de personas sufrieron un accidente por el naufragio de una embarcación en las costas griegas. Este hecho produjo consternación en la comunidad internacional porque la mayoría de los pasajeros eran bebés y niños de nacionalidad afgana y siria. El desastre tuvo lugar en el sur del mar Egeo, en una barcaza que se creyó que viajaba desde Turquía.

Los datos de Acnur muestran que 40.000 personas llegaron en 2013 a las costas de Malta, Grecia e Italia. Ayer mismo las autoridades costeras griegas rescataron a cerca de 250 inmigrantes en la costa de Quios, isla que se encuentra en el mar Egeo. Esta es una de las rutas más frecuentes que utilizan los refugiados cuando se desplazan hacia Europa.

Vía | lainformación.com

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