Policía Nacional, una misión en Senegal

La Policía Nacional tiene una misión en Senegal. Se trata de un destacamento aéreo formado por un helicóptero Bölkow (Bo-105) y tres policías: el comandante de la aeronave, inspector Martín (centro en la imagen superior); el copiloto «1st officer» Lorenzo (a la izquierda en la foto); y el técnico de mantenimiento aéreo, el mecánico Trapero.

La presencia del helicóptero «destripado» en uno de los hangares de la Base Aérea francesa 160 «Col. Fréderic Geille», en Dakar (Senegal), llama nuestra atención. Esta unidad forma parte del  Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional desplegada en este país africano para vigilar las costas que en 2006 protagonizaron la conocida como crisis de los cayucos.

Con el objetivo de parar aquel goteo incesante de embarcaciones con inmigrantes ilegales rumbo a las Canarias -se registraron unas 39.000 entradas irregulares-, el Gobierno español llegó a una serie de acuerdos con países como Senegal y Mauritania, donde hay presencia de la Policía Nacional o la Guardia Civil con helicópteros o embarcaciones de vigilancia marítima.

Esos acuerdos derivaron posteriormente en un dispositivo liderado por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), bajo el cual se despliega ahora la Policía Nacional en Dakar, precisamente en la misma base donde se encuentra el destacamento «Marfil» del Ejército del Aire que apoya a Francia en su operación antiterrorista «Barján» en todo el Sahel.

Conversamos con el comandante de la aeronave y el copiloto que, a grandes rasgos, nos explican la misión: trabajo de sobrevuelo de las costas y las agua cercanas a Senegal, constante comunicación con las autoridades locales, un relevo cada dos meses, las peculiaridades del servicio en un país africano como Senegal y el intento, todavía sucede, de población autóctona que trata de lanzarse el mar con la proa rumbo a las Canarias.

Vista del helicóptero en el hangar / E. V.

Vista del helicóptero en el hangar / E. V.

 «A veces poblados enteros de pescadores se han lanzado a la mar para intentar llegar a las costas españolas. Ese es un tipo de inmigración ilegal, el otro es el de las mafias con embarcaciones repletas de personas… algunas con apenas centímetros del casco a flote». Con la línea de flotación a punto de desbordar la embarcación.

Cuando visitamos las misiones en el exterior, un concepto es muy usado en los «briefings» oficiales: el «comprenhesive approach». Una expresión sajona que viene a significar «enfoque integral».

Es decir, que no hay una sola causa, como tampoco hay una sola solución detrás de un conflicto. Hay que atajar el problema con diferentes medidas: militar, seguridad, inversiones, ayudas para crear empleo juvenil, fijar población, mejorar los estándares de vida del interior, etc.

Dakar, desde nuestra ventanilla / E. VILLAREJO

Dakar, desde nuestra ventanilla / E. VILLAREJO

En este contexto se entiende la misión de la Policía Nacional en Dakar, capital de un país que, por otra parte, no sufre la inestabilidad de otros como Malí o Mauritania. Incluso diríamos que es uno de los más sólidos de África.

El Sahel es buena muestra de ello. Fronteras porosas, tráficos ilegales de armas y personas, narcotráfico, la amenaza yihadista y la «bomba demográfica» hacen de este espacio geográfico -que llega a abarcar la distancia entre Zaragoza y Moscú- la principal prioridad desde el punto de vista de la seguridad a medio plazo para España.

PD- Mientras Madrid tiene una densidad de población de 5.294 hab./km², Dakar tiene 12.510 hab./km²; si España tiene una edad media de 41,6 años (según el Factbook de la CIA), Senegal tiene una media de… 18,4 años; el porcentaje de población de 0-14 años en España es del 15,4%, en Senegal ese dato es del 42,5%.

Dakar, capital de Senegal, una ciudad frontal al océano Atlántico / ESTEBAN VILLAREJO

Dakar, capital de Senegal, una ciudad frontal al océano Atlántico / ESTEBAN VILLAREJO

por tierra. mar y aire

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