Las cifras cantan: los inmigrantes que trabajan en la vendimia castellano-manchega sin papeles ni contratos se cuentan por miles, pero sólo hay 70 inspectores de Trabajo disponibles para toda la región. El resultado: las advertencias del Gobierno, que prometió ser inflexible, no han impedido que muchos agricultores se salten la legalidad para encontrar temporeros. Cuando la patronal agraria Asaja, poco antes de iniciarse la campaña, avisó de que las uvas no se quedarían en el suelo, no iba de farol. Leer más...
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