EUROPA PRESS. 22.10.2007
- El acusado, español y de 21 años, la emprendió a patadas y puñetazos con una chica de 16.
- La agresión se produjo en un ferrocarril que hacía el trayecto entre plaza Espanya y Martorell el 7 de octubre.
- El joven insultó a la menor con palabras como "zorra" o "inmigrante de mierda".
La Guardia Civil ha detenido en Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) a un joven por agredir y proferir insultos racistas a una menor ecuatoriana en un tren de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC).
El chico pegó patadas y puñetazos a la chica, de 16 años, además de insultarla gravemente y amenazarla de muerte por su origen. Sergi Xavier M.M., español de 21 años y que ya cuenta con antecedentes por robo con violencia, fue detenido el pasado viernes ante su domicilio de Santa Coloma y ya pasó a disposición judicial, según han explicado fuentes de la Guardia Civil.
Según las imágenes recogidas por una cámara del convoy, que cubría el trayecto entre plaza Espanya y Martorell el 7 de octubre, y la versión de la víctima, el agresor estaba hablando por teléfono móvil y dijo palabras como "moro", "disparo" o "matar".
En el vagón había otro joven que no intentó parar la agresión
En algún momento de la conversación, la joven miró al chico y éste, al percatarse de ello, se acercó a la menor y, sin dejar la conversación telefónica, le insultó con palabras como "zorra" o "inmigrante de mierda", además de decirle que volviera a su país. Los insultos y golpes duraron hasta que el joven bajó poco después en la estación de la Colònia Güell.
Muy cerca de la adolescente, que viajaba sola, había otro joven de origen suramericano que no hizo, según las imágenes, ningún intento por parar la agresión, aunque posiblemente no actuara por miedo a recibir algún golpe.
La Guardia Civil encontró a la chica en estado de shock
A continuación, la menor llamó al teléfono de emergencias 112. En la estación de Sant Vicenç dels Horts le atendieron agentes de la Guardia Civil, que la encontraron en estado de 'shock' y muy asustada. La menor no quería acudir a un médico, aunque las lesiones no eran graves, ni denunciar la agresión. Desde entonces tiene fobia a salir a la calle.
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