. El Comercio
Tres de las seis personas detenidas esta semana por formar parte de una red que explotaba a inmigrantes para la distribución de gas butano pasaron ayer a disposición judicial. Se trata de las personas de mayor responsabilidad en la dirección y gestión de la empresa del polígono de Roces que estaba detrás de estas contrataciones irregulares. Otros tres implicados quedaron en libertad tras prestar declaración en Comisaría.
Las investigaciones se iniciaron a principios de año cuando efectivos del Grupo Operativo de Extranjeros de la Policía Nacional de Gijón tuvieron conocimiento de estas presuntas actividades ilícitas por parte de la mencionada sociedad encargada de la distribución y reparto de gas butano en la ciudad.
En las pesquisas se pudo averiguar que, si bien trabajaban para esta empresa algunos extranjeros que se hallaban en España en situación ilegal, la mayor parte de los empleados eran comunitarios extranjeros -rumanos- e incluso españoles que carecían de contrato laboral. Trabajadores todos ellos que no estaban dados de alta en la Tesorería de la Seguridad Social y tampoco estaban amparados por la normativa sobre prevención de riesgos laborales.
Los agentes encargados de la investigación también indagaron que estos empleados recibían a cambio de trasladar las bombonas de butano una cantidad ínfima. Se les retribuía por su jornada laboral con unos 15 euros. Y si por la carga de trabajo era necesario contar para el reparto con dos personas entonces esos 15 euros debían dividirse entre ambos operarios, no llegando así a percibir cada uno ni 8 euros por todo un día de trabajo. El equivalente a una propina.
Una vez que se descubrió la operativa habitual de la empresa se dio aviso a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Gijón. Con todos los datos recabados el pasado miércoles se detuvo a dos encargados de la empresa en Roces y a dos camioneros autónomos subcontratados que a su vez utilizaban el mismo sistema de captación de ayudantes por un mínimo salario. Posteriormente, también fueron arrestados los máximos responsables de la compañía y fue imputada una mujer encargada de las tareas de administración y contabilidad.
Los investigadores analizan ahora la documentación intervenida para determinar el alcance del fraude y el número de afectados y víctimas.
Reincidente arrestado
Por otra parte, agentes de la Policía Nacional detuvieron el martes a L. M. R. G., de 38 años, quien tiene en su haber otros 25 arrestos. En esta ocasión cometió un robo en la plaza de Europa, el escenario de la mayoría de sus delitos. Arrebató por la fuerza a otro asiduo de esa zona un teléfono móvil y cien pastillas de Trankimazin. El violento individuo es sobradamente conocido en esa plaza, donde ya ha protagonizado robos, peleas y amenazas con arma blanca.
0 Comentarios