España recibió en 2008 un total de 391.300 inmigrantes, lo que supone un descenso de un 43% respecto al año anterior, frente al retroceso de un 6% registrado de media por los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esta cifra ofrece una idea de la dimensión que la crisis económica tiene para los inmigrantes. Además, esa tendencia será mucho más profunda en 2009 a raíz de los resultados que ofrecen los primeros datos.
Una de las razones de que nuestro país se haya visto tan afectado por la caída de la inmigración está en que estas personas venían, sobre todo, a trabajar al sector de la construcción, uno de los que más ha sufrido las consecuencias de la crisis en nuestro país. Sin embargo, y en contra de lo que podría parecer, España y el resto de países de la OCDE seguirán necesitando inmigrantes en el momento en que se materialice la recuperación económica «para preservar el crecimiento y la prosperidad».
En este sentido, y en aras de que la inmigración vuelva poco a poco a Europa, la OCDE instó ayer a los países a ayudar a los trabajadores inmigrantes que han perdido su trabajo en la misma medida que a sus homólogos autóctonos, mediante la búsqueda de un nuevo empleo o el aprendizaje de la lengua del país.
Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, aseguró ayer que «las dificultades económicas actuales no deberían servir de argumento para imponer barreras excesivas a lainmigración ya que es importante conservar una perspectiva de largo plazo en materia de política migratoria». Si se mantiene la tasa de nmigración a su nivel actual, según cálculos de la OCDE, la población activa aumentaría sólo un 1,9% por año, frente al 8,6% de crecimiento que registró entre los años 2000 y 2010.
Inmigrantes temporales
Respecto a la nmigración laboral temporal extracomunitaria, los conocidos como «temporeros», la Comisión Europea propondrá hoy unas condiciones mínimas para que el procedimiento sea más transparente y, sobre todo, no se explote a los trabajadores y se evite el tráfico ilegal de personas. La idea del Ejecutivo comunitario, al igual que de la OCDE, es que Europa necesita y necesitará nmigrantes para mantener su productividad y el Estado del Bienestar, sobre todo teniendo en cuenta el previsible descenso de la población activa por la caída de la natalidad. Entre las novedades de la nueva normativa figuran que estos trabajadores no tengan necesidad de pedir un permiso de estancia si cuentan con un contrato de trabajo en el país de destino y que puedan renovar sus estancias siempre que cuenten con un empleo.
España recibe cada año unos 25.000 temporeros aunque el número total podría ser superior si se tiene en cuenta que estos trabajadores no se encuentran siempre en situación legal. El segundo país en trabajadores temporales de fuera de la UE es Italia, con 11.200.
0 Comentarios