Es inmigrante, está en paro y el banco le quitó su piso, pero no se resignó y ha conseguido desbaratar la ley hipotecaria española. El milagro no habría sido posible sin la cabezonería de un modesto abogado que quiso buscar y supo encontrar las fallas de una ley tildada de ilegal y abusiva por la justicia europea Mohamed Aziz y Dionisio Moreno son los protagonistas de este reportaje de Carlos Marlasca.
Mohamed Aziz, de origen marroquí, tiene 52 años y tres hijos a tu cargo, uno de ellos, en Marruecos. LLegó a España en 1991, tras haber pasado por Holanda y Francia, y ha vivido en primera persona el drama por el que están pasando muchas familias españolas: fue desahuciado de su vivienda, ubicada en la localidad de Martorell (Barcelona).
En julio de 2007 cambió de banco el préstamo hipotecario que había pedido en 2003 para comprar una vivienda en Martorell. Lo hizo para evitar algunos seguros que su anterior entidad le solicitaba. Se trataba, como tantos otros, de un préstamo a muy largo plazo, con cuotas que rondaban los 700 euros mensuales.
Pero en 2008 estalla la crisis y Mohamed Aziz no puede hacer frente a los vencimientos tras quedarse en paro. Desde el momento de formalizar el préstamo hasta que dejó de pagar, 10 meses después, había pagado 6.656 euros de intereses ordinarios y había amortizado 1.325 euros del capital. En marzo de 2009, cuando se inició la ejecución hipotecaria, la entidad le reclamó una deuda de 139.674 euros, más 41.902 euros de intereses de demora y costas judiciales.
La caja se quedó el piso por el 50% de su valor de tasación, es decir, por 97.200 euros. Cuando Mohamed fue expulsado, había perdido su casa y seguía debiendo más de 40.000 euros del capital pendiente de amortizar, más otros 42.000 euros de intereses de demora y costas judiciales. El Ayuntumiento de Martorell es ahora el avalista del piso en el que vive, una vivienda antigua pero espaciosa por la que pagaba 370 euros que se han quedado en 270 en el último mes. Es un hogar tranquilo, que comparte con dos de sus tres hijos y su mujer. La tercera de sus hijas vive en Marruecos, lo hacía con su abuela hasta que esta falleció. Su vida cotidiana únicamente es interrumpida por los gritos de los niños que asisten al colegio que está frente al inmueble. A pesar de disponer de un techo y de mostrarse como un hombre apacible y extremadamente amable, el desahucio supuso para Mohamed un incremento de sus lesiones lumbares. Siempre camina con un paso calmado, acorde a su carácter, y cuando permanece mucho tiempo de pie, sus piernas comienzan a resentirse.
En la calle, y con una esa deuda a sus espaldas, Aziz y su abogado emprendieron una lucha que les llevó hasta el Tribunal de Luxemburgo. El alivio llegó cuando el Tribunal determinó que el contrato de la hipoteca de su piso contiene cláusulas abusivas. El caso de Aziz ha cambiado la ley hipotecaria en España y ha encendido una llama de esperanza en el sufrimiento de muchos españoles que se encuentran en su misma situación.
El abogado Dionisio Moreno
Dionisio Moreno es para muchos, un héroe moderno. Un héroe atípico que vive solo, acompañado por periquitos, muchos de los cuales regala a niños de Martorell. El caso que le ha conducido a la fama fue el último encargo de su padre, que le puso en contacto con Mohamed y falleció poco después. El abogado que ha logrado que la UE obligue a reformar la ley de hipotecas española, que tiene 100 años, afirma que con este proceso se ha arruinado, pero que es el hombre más rico en sentimientos. Su casa es frecuentada por sus amigos, muchos de los cuales le llevan comida o arreglan sus electrodomésticos averiados como moneda de cambio por los servicios que no cobra a aquellos que no pueden pagar. Por las calles de Martorell, la localidad en la que siempre ha vivido y de la que le gusta contar sus numerosas historias, sus vecinos le saludan con cariño. Cuenta Dionisio que en los últimos tiempos no deja de recibir abrazos, la mejor recompensa, quizá, para un hombre para el que el dinero no es un fin prioritario.
Moreno considera que esta sentencia ha dado a los jueces un instrumento para detener todos los procedimientos sin excusa. Su caso, según cuenta, es uno de los 1500 que el Tribunal Europeo acepta cada año en toda la Unión Europea. “Creo, dice, que hemos llegado a tiempo para evitar una catástrofe”.
Sentencia completa del Tribunal de la UE
Sentencia Hipotecas Tribunal Ue by newmedia_euronews
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