Si Reino Unido vota el 23 de junio a favor de abandonar la Unión Europea, yo, y unos 400.000 de los llamados expatriados en España, dejaremos de tener el derecho automático de vivir, trabajar y poseer propiedades en España. Podríamos convertirnos en inmigrantes ilegales a no ser que el Gobierno británico mantenga algún tipo de acuerdo con el bloque que ha dejado.
Vivo y trabajo en Madrid desde 1986, lo que —para echar sal en la posible herida— me impide votar en el referéndum (en favor de quedarse en la UE), ya que solo pueden hacerlo los que llevan viviendo menos de 15 años en el extranjero.
Algunos expertos han pronosticado un éxodo masivo de británicos en el caso del Brexit. Nos queda una opción, sin embargo, y esta es convertirnos en españoles. ¿Habrá una avalancha de solicitudes? Yo me apuntaré.—
William Chislett. Madrid.
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