Una de las pateras rescatadas |
La apuesta por una inmigración ordenada y la colaboración con los países de origen son dos de las grandes estrategias que se plantea Europa durante los próximos diez años para hacer frente al aumento de la presión migratoria que afecta especialmente a España y, en concreto, a Canarias. Hasta ahora, tanto a nivel nacional como europeo, se ha «reaccionado» al fenómeno, pero no se han abordado estrategias integrales o estudios de base metodológica de anticipación, según ha concluido el informe de inteligencia estratégica presentado ayer por Marta García Outón e Ignacio del Corral, directores generales de la consultoría GIASP Intelligence & Strategy en unas jornadas.
A través de un cálculo matricial y estadístico, la consultoría asegura que se puede llegar a conclusiones, en principio «antiintuitivas», extrayendo las variantes que pueden impulsar el cambio en el escenario migratorio. Una de las claves fundamentales, por ejemplo, es que los mismos países africanos desarrollen su propia política de gestión. Si no, «independientemente de las decisiones que se tomen a nivel europeo, el impacto será nulo». Por otro lado, la falta de datos en esas regiones, además, dificultan el seguimiento y la evaluación de esos movimientos. Otra variable potente es la integración económica regional, ya que uno de los alicientes de los países emisores es el crecimiento.
Estas acciones a largo plazo deben conjugarse con otras a medio y corto plazo, en las que incidieron expertos en Seguridad Nacional y y miembros de la Administración y del cuerpo diplomático español, quienes aprovecharon para reclamar a la Unión Europea más medios y recursos financieros que permitan dar seguridad a las personas que viajan en estas rutas.
Esa visión «habitualmente europeísta» fue criticada por García, quien señaló en las conclusiones del informe que la dirección de los planes estratégicos deben contar con todos los países afectados, ya que en caso contrario solo se respondería a los intereses y capacidades de quien ha creado la estrategia.
Con respecto al reto demográfico al que se enfrenta Europa, se plantearán problemas de competitividad y de sostenibilidad del estado de bienestar, por lo que apunta que «conviene abordar el tema migtratorio con determinación», con el fin de poder seguir compitiendo en la economía global. En este sentido, García aseguró que España «tiene el papel fundamental de llevar la iniciativa» para establecer acuerdos de nivel estratégico con África» y, sobre todo, asegurar la estabilidad económica, social y demográfica de los países emisores.
Por otro lado, José Segura, director general de Casa África y exdelegado del Gobierno en Canarias entre 2004 y 2008, cuando se produjo la anterior crisis de los cayucos, lanzó una petición al embajador en Misión Especial para las Migraciones, José Luis Pardo: el trato diferenciado de Canarias como región ultraperiférica en el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo. A su juicio, esa condición también ha de ser objeto de atención en la regulación de los flujos migratorios.
Via: canarias7.es
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