París / madrid- Que a la UE no le gustó el proceso de regularización masivo de inmigrantes que efectuó el Gobierno de Zapatero es de dominio público. Y a aquel que le quedase algún atisbo de duda, se lo despejó ayer de un plumazo el ministro del Interior francés. Nicolas Sarkozy acusó al Ejecutivo socialista de haber creado un «efecto llamada» que motiva que ahora el propio Gobierno «no pueda controlar el flujo de redes clandestinas». «Miren lo que pasa en las Canarias», afirmó Sarkozy a la televisión France 2.
larazon
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sALUDOS
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