Venta abusiva de "Cartas de Invitación" a bolivianos

- GLOCALIA

España, 09/01/07- Las cartas de invitación, indispensables para ingresar a España y al resto de Europa, son vendidas a precio de oro y de manera abusiva a quienes desean viajar antes de la vigencia del visado para los bolivianos el 1 de abril de este año.

Según denuncias recibidas por este corresponsal, esas cartas llegan a costar desde 200 a 800 euros, pero ni siquiera garantizan el ingreso de miles de compatriotas al mes, ya que en los aeropuertos hay permanentes devoluciones policiales por el descrédito de ese documento.

Bolivianos "con papeles" o europeos a cambio de dinero ofrecen elaborar cartas ante un notario en la que se comprometen a recibir y alojar a una persona, a quien tal vez ni conocen, y brindarles apoyo durante el tiempo menor a tres meses que los visitan como "turistas", aunque saben que se quedarán indocumentados por mas tiempo, con o sin trabajo.

También hay gente que de manera solidaria y por la buena reputación de la mayoría de los bolivianos aceptan este procedimiento sin cobrar nada. Con el visado, un boliviano podrá ingresar a Europa solamente si demuestra que se quedará como turista o si tiene un contrato de trabajo o estudio asegurado. "Los que cumplan esos requisitos no tienen por qué temer", dijo Gonzalo, un voluntario español en Murcia.

La urgencia es tan grande, que en lugares concurridos por bolivianos hay anuncios escritos a mano con las frases "Urgente necesito una carta de invitación" o "Si necesita una carta de invitación, llámenos al telf…". Un par de personas contactadas por este corresponsal ofrecieron la carta a cambio de 400 a 600 dólares. Uno prometía realmente acoger al recién llegado en su casa y otro decía que solamente ayudaba con la carta a pasar el control migratorio en el aeropuerto "sin ningún otro compromiso".

El periódico El País de España ha publicado que cada día aterrizan en el aeropuerto de Barajas entre 800 y 1.200 viajeros con pasaporte boliviano, con cartas de invitación y documentos de "turistas, cuando en realidad no lo son.

El uso arbitrario de las cartas ha provocado que las autoridades migratorias de España, Francia, Alemania o Italia no les den mucha credibilidad, por lo que disponen la devolución de los pasajeros. Hay otros que llegan sin la carta y aun así les permiten pasar. "Todo depende del humor de los controladores", dijo Sofía, luego de llegar al aeropuerto de Barajas con más oraciones que documentos.

La visión española

El periódico El País, uno de los más serios de España, publicó una investigación, cuyos fragmentos reproducimos. Cada día aterrizan en el aeropuerto de Barajas entre 800 y 1.200 viajeros con pasaporte boliviano, De esa cifra, la Policía rechazan a una media de 60. Los demás, en torno a un millar diario, entran en España, la mayoría como turistas. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) afirma que muchos de los supuestos bolivianos son en realidad ecuatorianos, peruanos y colombianos que portan documentos falsos e intentan aprovechar los tres meses que restan hasta que la Unión Europea (UE) comience a exigir visado a los ciudadanos del país andino.

Barajas es la principal puerta de la inmigración irregular. Más del 55 por ciento de los extranjeros no comunitarios utiliza el aeropuerto madrileño para entrar en España. Otro 25 por ciento lo hace por el aeródromo de El Prat, en Barcelona; un 5% llega en pateras o cayucos y alrededor de un 15% por carretera, si bien el porcentaje de estos últimos ha caído bruscamente desde el pasado día 1, tras la incorporación a la UE de los dos principales países emisores de sin papeles: Rumania y Bulgaria.

La llegada de supuestos ciudadanos de Bolivia se ha ido incrementando a medida que se aproxima el 1 de abril, fecha a partir de la cual la UE exigirá visado a los ciudadanos de ese país. Si durante todo el mes de mayo aterrizaron en Barajas 5.000 personas con pasaporte boliviano, en octubre la cifra ascendió a 13.900, y en noviembre se elevó hasta 14.100. A finales de diciembre, las llegadas oscilaron entre 800 y 1.200 personas diarias, según el SUP.

Las compañías aéreas han respondido a la demanda de pasajes con un incremento de rutas hacia España. Cuatro de ellas mantienen vuelos directos entre Bolivia y Madrid, según las mismas fuentes: "Iberia, Aerolíneas Argentinas, Lloyd Aéreo Boliviano y AeroSur". Cada día aterrizan en Barajas una media de tres aviones procedentes de La Paz o de Santa Cruz, la segunda ciudad del país.

Los pasajes de ida y vuelta -la presentación de éste último es necesaria para cruzar el control de pasaportes del aeropuerto- pueden costar más de 1.000 euros. Un funcionario policial traza el perfil de los viajeros: "Son hombres y mujeres de entre 20 y 40 años, y muchos viajan con sus hijos. Suelen declarar que vienen a hacer turismo".

El SUP considera que si los agentes destinados en Barajas dispusieran de un poco más de tiempo, podrían desenmascarar a la mayoría de los inmigrantes camuflados como turistas que se quedan en España de forma irregular cuando caduca su permiso de tres meses: "Vienen tan poco preparados que en cuanto les preguntas por los monumentos que piensan visitar, ya no saben qué decir", declara un portavoz del sindicato.

Pero los policías no disponen de ese tiempo, ya que cada expediente de devolución consta de 14 folios y ellos emplean en torno a 70 minutos en redactarlo. Un funcionario dedicado en exclusiva a ese trabajo sólo podría terminar seis expedientes en una jornada normal, de siete horas.

A los bolivianos hay que añadir las llegadas diarias a Barajas de entre 200 y 300 brasileños y de un centenar de paraguayos. Edwin Pérez Uberhuaga, periodista, coordinador en Suiza del Centro de Estudios en Migraciones (CEM)

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