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El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha asegurado este viernes que nunca ha querido limitar los contratos a inmigrantes en origen y se ha mostrado "totalmente de acuerdo" con las palabras que por la mañana había pronunciado la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que aseguraba que iba a haber "contrataciones en origen, pero las que se necesiten".
Asumo que mis palabras han creado una situación compleja
Corbacho ha hablado en el programa La Ventana de la Cadena SER y ha reconocido que sus palabras del pasado miércoles, que abrieron la polémica, no fueron del todo acertadas. "Es obvio que alguna cosa dije mal pero en absoluto he hablado de suprimir la contratación en origen", ha señalado.
Y matiza: "Lo único que dije es que estas contrataciones en origen se corresponden con el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura y que en ese catálogo hay ocupaciones que se pueden cubrir con personas del mercado español. Y aquellos que no se cubran se puede buscar en el mercado extranjero".
Críticas y matización
Si el jueves eran las asociaciones de inmigrantes las que criticaban el anuncio de Trabajo por considerar que fomentaría la inmigración ilegal, este viernes ha estado muy duro con Corbacho el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, que ha acusado al ministro de hacer propaganda de la xenofobia.
Por ello, Corbacho ha insistido sobre sus palabras erróneas al final de la entrevista: "Tuve alguna expresión que pudo ser malinterpretada. Asumo que mis palabras han creado una situación compleja desde el punto de vista de inquietud. Pero dicho esto hay que quedarse con el fondo del tema: sobre la contratación en origen, toda la que haga falta, pero hay que mirar que las personas de aquí puedan acceder al trabajo que haya en España".
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