Interesados en buscar nuevas formas de generar consciencia entre los adolescentes sobre el controvertido tema de la inmigración, voluntarios de la Asociación Santa Bárbara de Onda estrenan Ecuapop, un documental que narra el viaje de Cristian. Este joven ecuatoriano debe abandonar su país para reagruparse con su familia que lleva varios años en España. Codirector de la asociación y realizador del documental, Alfredo Llopico, asegura que la inmigración no sólo acarrea penas para los recién llegados y prejuicios para los que acogen, sino que también puede aportar mucha riqueza, tanto para unos como para otros.
¿Sigue existiendo rechazo entre los jóvenes españoles y los inmigrantes?
Lo más preocupante es que la opinión negativa sobre la inmigración comienza a ser un hecho normal y por eso sentimos la necesidad de reivindicar un punto de vista diferente a la visión colectiva pesimista de los estudiantes. La asociación se constituyó con el objetivo de llevar a cabo proyectos de desarrollo en Ecuador pero, España ha cambiado y nos dimos cuenta de que los ecuatorianos de aquí necesitaban también nuestra ayuda.
Se trata de un viaje sentimental, a diferencia de la mayoría de los inmigrantes que vienen por dinero o por trabajo. Él viene por la reagrupación familiar, ya que una parte muy importante de su familia lleva viviendo en España varios años. El documental muestra lo que significa dejar toda tu vida, tus amigos, tu novia, para emigrar a otro país y construir una vida nueva. En determinados momentos, Cristian siente que no es una persona bienvenida.
En la cinta observamos dos partes de la historia, la de Ecuador y la de España.
Ecuapop es una historia de aquí y de allí. Por esto, viajamos a Ecuador para conocer bien la realidad. Hicimos todo el recorrido de Cristian desde su país hasta España. Queríamos mostrar las dos caras de la moneda: lo doloroso que es dejarlo todo y lo precaria que es la situación en el país natal. Pero por otro lado, las oportunidades y posibilidades que puede ofrecer Europa: escolarización, sanidad, prestaciones, etc. Cualquier persona elegiría emigrar para mejorar su vida y la de sus hijos.
El nombre del documental delata las intenciones de dirigirse a un público joven.
Nuestra intención es conseguir que los adolescentes, que tienen la opinión más virgen, reflexionen en torno a la inmigración y creen su propia opinión. A un adulto es más difícil hacerle ver que ese juicio que emite no se ajusta a la realidad. De nuestras visitas a los institutos para mostrar el documental hemos aprendido que las voces intolerantes son la minoría, aunque son las más formadas y las que más se escuchan. Todo el documental tiene una estética muy joven, desde los graffiti, a la música hip-hop, Cristian como protagonista, etc.
¿Con qué problemas se enfrenta Cristian durante todo su viaje?
Muchas veces no nos detenemos a reflexionar sobre el drama que supone un viaje como el de la inmigración. Para Cristina, llegar a España es doloroso porque ha dejado atrás a parte de su familia, amigos y a su novia. Aquí se siente como en un extraño.
¿De qué manera es acogido?
Los españoles nos guiamos por tópicos: "vienen a sacarnos el trabajo", "son unos ladrones", etc. Generalizamos y luego estas difamaciones se escampan por la sociedad. La experiencia del documental puede ser muy útil para frenar esos prejuicios.
Y sobre la crisis financiera ¿de qué manera afecta a la inmigración?
La crisis es algo que no existía hace un año cuando comenzamos a grabar el documental. Cristian no deja de repetir que España tiene muy buena economía y que abunda la oportunidad de conseguir un trabajo. Ahora, cuando vemos el documental, pensamos que las cosas han cambiado muy rápido en muy poco tiempo. La crisis hace que muchos inmigrantes se planteen volver pero también que muchos españoles se sientan porque les vayan a quitar sus trabajos.
¿Ha habido una mayor acogida a la ley de retorno?
Precisamente nuestro próximo documental quiere centrarse en hablar de este hecho, también muy doloroso por la sensación de fracaso. Muchas familias vinieron hace 7 o 10 años buscando un futuro profesional y ahora que la situación económica ha cambiado, se plantean regresar. Vemos continuamente familias que vuelven.
Hábleme de la Asociación Santa Bárbara de Onda.
Nos constituimos en 2001 con el objetivo de tomar conciencia de las difíciles condiciones de vida que sufren muchas comunidades indígenas. Nos interesa ayudar a colectivos con menos posibilidades como los niños o las mujeres. Durante este periodo hemos visto como en España ha ido surgiendo esta nueva realidad de la inmigración y, poco a poco, nos hemos ido dedicando también a la sensibilización en torno a este fenómeno.
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