Los inmigrantes en situación irregular que llegan a Europa viven a menudo en una situación de indefensión, pero estas circunstancias se agravan aún más cuando las personas que llegan son mujeres y africanas. Esta es la alerta que lanzó la profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad de Málaga Magdalena Martín Martínez, durante su intervención en el curso de verano La problemática de la mujer africana y su lucha por la igualdad y el empoderamiento, celebrado en la sede de Ronda.
La profesora explicó que esta discriminación se debe a que la legislación europea no establece ninguna particularidad con el fenómeno de la inmigración femenina, pero en cambio, su situación sí que suele ser diferente a la de los hombres, ya que normalmente ocupan los puestos de trabajo más "desfavorecidos", como empleadas de hogar o al cuidado de ancianos o niños, al tiempo que corren el riesgo de caer en la prostitución y en la explotación sexual. Además, según Martín, existen otros factores al margen de los laborales, como son las circunstancias sociosanitarias de las inmigrantes: "Provienen de culturas en las que no tienen educación sexual ni planificación familiar", señaló, por lo que "no acuden a los servicios sanitarios básicos" aunque "tienen ese derecho".
Para tratar de paliar esta situación, la Unión Europea debería "desarrollar políticas de discriminación positiva", que ya se utilizan en ocasiones para las mujeres europeas.
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