El 29 de julio está previsto que comience a aplicarse la Ley SB 1.070 del Estado de Arizona, que tanta oposición ha encontrado entre la población hispana y activistas a favor de los derechos humanos de Estados Unidos.
Uno de los puntos más polémicos de dicha ley es la autorización a la policía para detener a individuos que por su apariencia física puedan levantar la sospecha de ser inmigrantes ilegales. Pues bien, no alcanzo a ver la diferencia con la actuación de un policía de paisano que tras mostrar su placa pidió la documentación a un amigo ecuatoriano, y solo a él, que conmigo paseaba.
Parece que las leyes españolas sobre la inmigración y los reglamentos que las desarrollan o las instrucciones que reciben los policías autorizan a "parar a la gente por su perfil racial" como la ley de Arizona, y, en cambio, no se han oído muchas voces de protesta.
0 Comentarios