Los consulados de España en Argentina, México, Brasil, Venezuela e Hispanoamérica en general no dan abasto para atender la demanda de información de descendientes de españoles a los que se les abre la puerta para acceder a la nacionalidad de sus ancestros. Hay una gran presencia de nietos de asturianos al ser el Principado, junto a Galicia, tierras donde la emigración tuvo un gran protagonismo en los siglos XIX y XX.
Tras ser aprobado por el Consejo de Ministros hace algo más de un mes, el parlamento está trabajando en una modificación del Código Civil que extiende a los nietos de emigrantes españoles y descendientes el derecho a acceder a la nacionalidad, una aspiración histórica de la comunidad española en el exterior. El actual Código Civil exige que el aspirante a la nacionalidad sea hijo de español o de española.
El Gobierno del Estado no tiene datos de cuántos podrán ser los nuevos españoles, solo sabe que serán muchos y que será un proceso que requerirá su tiempo por todo lo que implica desde el punto de vista administrativo.
Ni siquiera acotando por comunidades autónomas se tiene idea de cuántos nietos de emigrantes hay repartidos por el mundo. En la Agencia Asturiana de Emigración ni siquiera se manejan cifras aproximadas, "porque de momento esos datos no los tiene nadie, y es muy difícil calcularlos", reconoce su director, Luis Miguel Fernández Romero, que subraya que las únicas cifras oficiales son las de los españoles residentes en el extranjero que figuran en el censo electoral.
COMUNIDAD EXTERIOR Y la misma respuesta es la que ofrece el presidente del Consejo de Comunidades Asturianas, Manuel Fernández de la Cera. "Ni conociendo el número de los que se marcharon en su día de Asturias, podríamos saber cuántos descendientes se podrían acoger a esta nueva medida. Sería tan aventurado decir que son 100.000 como 150.000 o 200.000, porque además allí son mucho más prolíficos" explicó De la Cera.
Lo que sí conoce de primera mano el presidente del Consejo de Comunidades Asturianas, por sus viajes y contactos con los centros asturianos diseminados sobretodo por Sudamérica, es que los consulados de España están trabajando a destajo, "hay auténticas avalanchas", dice, y que los propios centros asturianos se están convirtiendo en puntos en los que se solicita información.
El responsable de comunicación del Centro Asturiano de Sao Paulo, Francisco Javier López, explicó que "realmente este es un tema que nos preocupa mucho en Brasil porque las consultas que nos hacen son muchas. Diariamente nos llama gente preguntando sobre el asunto y sobre la entrada en vigor de la nueva ley de nacionalidad".
Según cuenta este directivo del centro astur-brasileño "actualmente el Consulado de España en Sao Paulo está saturado en la atención a hijos de españoles emigrantes, por lo que creemos que esa oficina está colapsada no solo con asturianos, también con gallegos que es la mayoría de la emigración española en este país".
Otro tanto se puede decir en Argentina, país de destino de la mayoría de los emigrantes asturianos y cuyas prolongadas depresiones económicas en las últimas décadas está haciendo regresar a muchos españoles y descendientes que ven que allí no tienen futuro.
"No es que todos quieran tener la nacionalidad para marcharse a España inmediatamente, es que con la nacionalidad española se les reconoce como ciudadanos de la Unión Europea con todos sus derechos, lo que supone, por ejemplo, que pueden acceder a becas de estudios en cualquier universidad", explicó Fernández de la Cera. El nuevo Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior no contiene propiamente una reforma del Código Civil, sino que se limita a establecer una obligación para que el Gobierno promueva una regulación del acceso a la nacionalidad de los descendientes de españoles. El único requisito exigido por la norma es que el abuelo o abuela haya sido español de origen, con independencia del lugar y de la fecha de nacimiento de cualquiera de ellos.
Los propios afectados están tratando de organizarse y, como están dispersos por todo el mundo, internet se está revelando como una herramienta fundamental. "Desde nuestra condición de descendientes de españoles proponemos la creación de una organización que nos represente en todo el mundo y especialmente ante las instituciones españolas. Nos hemos arriesgado a dar un paso, inscribiendo una asociación de carácter internacional" explica Martha Puyol que vive en Argentina y ha sido una de las impulsoras de Organización Internacional de Descendientes de Españoles (OIDE) y de la web www.nietos.net .
"Sabemos desde ya lo difícil que ha sido y que es todavía poder lograr cualquiera de nuestros objetivos colectivos. Cada comunidad española (andaluces, vascos, gallegos, asturianos, catalanes, etc.), tiene fuera de España sus asociaciones. Los emigrantes, los retornados, los exiliados, etc., tienen sus asociaciones; nosotros, los hijos, nietos, bisnietos y descendientes, en definitiva, no tenemos todavía un cuerpo que nos represente", señala Martha Puyol. [lavozdeasturias]
Tras ser aprobado por el Consejo de Ministros hace algo más de un mes, el parlamento está trabajando en una modificación del Código Civil que extiende a los nietos de emigrantes españoles y descendientes el derecho a acceder a la nacionalidad, una aspiración histórica de la comunidad española en el exterior. El actual Código Civil exige que el aspirante a la nacionalidad sea hijo de español o de española.
El Gobierno del Estado no tiene datos de cuántos podrán ser los nuevos españoles, solo sabe que serán muchos y que será un proceso que requerirá su tiempo por todo lo que implica desde el punto de vista administrativo.
Ni siquiera acotando por comunidades autónomas se tiene idea de cuántos nietos de emigrantes hay repartidos por el mundo. En la Agencia Asturiana de Emigración ni siquiera se manejan cifras aproximadas, "porque de momento esos datos no los tiene nadie, y es muy difícil calcularlos", reconoce su director, Luis Miguel Fernández Romero, que subraya que las únicas cifras oficiales son las de los españoles residentes en el extranjero que figuran en el censo electoral.
COMUNIDAD EXTERIOR Y la misma respuesta es la que ofrece el presidente del Consejo de Comunidades Asturianas, Manuel Fernández de la Cera. "Ni conociendo el número de los que se marcharon en su día de Asturias, podríamos saber cuántos descendientes se podrían acoger a esta nueva medida. Sería tan aventurado decir que son 100.000 como 150.000 o 200.000, porque además allí son mucho más prolíficos" explicó De la Cera.
Lo que sí conoce de primera mano el presidente del Consejo de Comunidades Asturianas, por sus viajes y contactos con los centros asturianos diseminados sobretodo por Sudamérica, es que los consulados de España están trabajando a destajo, "hay auténticas avalanchas", dice, y que los propios centros asturianos se están convirtiendo en puntos en los que se solicita información.
El responsable de comunicación del Centro Asturiano de Sao Paulo, Francisco Javier López, explicó que "realmente este es un tema que nos preocupa mucho en Brasil porque las consultas que nos hacen son muchas. Diariamente nos llama gente preguntando sobre el asunto y sobre la entrada en vigor de la nueva ley de nacionalidad".
Según cuenta este directivo del centro astur-brasileño "actualmente el Consulado de España en Sao Paulo está saturado en la atención a hijos de españoles emigrantes, por lo que creemos que esa oficina está colapsada no solo con asturianos, también con gallegos que es la mayoría de la emigración española en este país".
Otro tanto se puede decir en Argentina, país de destino de la mayoría de los emigrantes asturianos y cuyas prolongadas depresiones económicas en las últimas décadas está haciendo regresar a muchos españoles y descendientes que ven que allí no tienen futuro.
"No es que todos quieran tener la nacionalidad para marcharse a España inmediatamente, es que con la nacionalidad española se les reconoce como ciudadanos de la Unión Europea con todos sus derechos, lo que supone, por ejemplo, que pueden acceder a becas de estudios en cualquier universidad", explicó Fernández de la Cera. El nuevo Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior no contiene propiamente una reforma del Código Civil, sino que se limita a establecer una obligación para que el Gobierno promueva una regulación del acceso a la nacionalidad de los descendientes de españoles. El único requisito exigido por la norma es que el abuelo o abuela haya sido español de origen, con independencia del lugar y de la fecha de nacimiento de cualquiera de ellos.
Los propios afectados están tratando de organizarse y, como están dispersos por todo el mundo, internet se está revelando como una herramienta fundamental. "Desde nuestra condición de descendientes de españoles proponemos la creación de una organización que nos represente en todo el mundo y especialmente ante las instituciones españolas. Nos hemos arriesgado a dar un paso, inscribiendo una asociación de carácter internacional" explica Martha Puyol que vive en Argentina y ha sido una de las impulsoras de Organización Internacional de Descendientes de Españoles (OIDE) y de la web www.nietos.net .
"Sabemos desde ya lo difícil que ha sido y que es todavía poder lograr cualquiera de nuestros objetivos colectivos. Cada comunidad española (andaluces, vascos, gallegos, asturianos, catalanes, etc.), tiene fuera de España sus asociaciones. Los emigrantes, los retornados, los exiliados, etc., tienen sus asociaciones; nosotros, los hijos, nietos, bisnietos y descendientes, en definitiva, no tenemos todavía un cuerpo que nos represente", señala Martha Puyol. [lavozdeasturias]
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