Los inmigrantes son los protagonistas indiscutibles del mercado laboral en España. De los 67.400 empleos creados en el primer trimestre del año, el 76% fue a parar a este colectivo. También son mayoría (el 60%) entre los nuevos parados. La tasa de paro ha arrancado el año peor de lo que cerró en 2006, con un repunte que la eleva al 8,47%. El elemento más esperanzador es la calidad del empleo: la temporalidad baja a favor de los puestos indefinidos.
La economía española sigue creando empleo, aunque cada vez con menor intensidad. En el primer trimestre se generaron 67.400 nuevos puestos respecto al último periodo de 2006, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. La cifra resulta menos brillante que la de periodos anteriores. El nuevo trabajador es mayoritariamente extranjero (el 76%) y femenino (el 65%). Inmigrantes y mujeres representan las dos fuerzas emergentes del mercado laboral.
En el caso de los extranjeros, el protagonismo no se limita a los nuevos puestos. De los parados que han adoptado esa condición en el primer trimestre del año, el 60% procede de otros países. Los expertos no interpretan este dato con preocupación, sino que lo atribuyen a la enorme movilidad de este colectivo: se quedan en paro pero también encuentran otro empleo rápidamente.
Pese a los esfuerzos por cambiar el modelo productivo, los datos por sectores no invitan al optimismo. La actividad que más animó la ocupación en el inicio del año fue la agricultura, aunque esto responde a motivos estacionales. El sector que sigue de forma perenne copando los nuevos puestos es la construcción, seguida de los servicios. Frente al auge de esas actividades, la industria pierde terreno. En el último año, ese sector es el único que destruye empleo. Dos de cada tres puestos creados corresponde a labores de construcción.
El dato más negativo del primer trimestre es el repunte del desempleo. Los 45.500 nuevos desempleados elevan la tasa al 8,47%. La tasa sigue reflejando una fuerte disparidad por sexos. Los hombres se sitúan cerca del pleno empleo, con un 6,3%, mientras las mujeres registran un 11,3%. El arranque del año ha resultado difícil incluso para la actividad más floreciente, la construcción, en la que el paro crece un 12%. Con todo, el desempleo se ha reducido en el último año un 4,12%.
El elemento más enconado del mercado laboral, la temporalidad, ha sido el de mejor evolución. Tras la reforma que entró en vigor el pasado junio para frenar la precariedad, el porcentaje de asalariados eventuales ha descendido casi dos puntos. Con todo, sigue representando casi un tercio (el 31,95%) de los trabajadores.
Los autores de la reforma laboral (Gobierno, sindicatos y patronal) celebraron esos datos. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, tildó la EPA de "excelente" y consideró que el alza del paro "no tiene la más mínima importancia". Caldera subrayó que la temporalidad había registrado "la mayor rebaja en un solo trimestre". Para Comisiones Obreras y UGT, los datos de la EPA son "magníficos", aunque el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, aprovechó para reivindicar un cambio de modelo económico. Para el líder de UGT, Cándido Méndez, "está arraigando la cultura de la contratación indefinida". La CEOE considera que la creación de empleo se mantiene "a ritmos elevados".
Frente a este optimismo, el Partido Popular acusa al Gobierno de "destruir empleo en los sectores expuestos a la competencia".[elpais.es]
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