La directora general de integración de inmigrantes del Ministerio de Asuntos Sociales, Estrella Rodríguez, dijo en Ciudad Real que para trabajar en España es necesario "hacerlo con un contrato y venir de forma legal", en referencia a los tres vendimiadores inmigrantes que murieron en Socuéllamos.
Rodríguez, quien participó en las III Jornadas Interuniversitarias de Cooperación, explicó a los periodistas que es necesario que los trabajadores inmigrantes asuman derechos y obligaciones, ya que "la sociedad española necesita inmigrantes -afirmó- y el reto es que estos inmigrantes que vivan y trabajen entre nosotros sean considerados ciudadanos de pleno derecho".
"La política migratoria -añadió- debe hacer que se pueda venir a nuestro país a trabajar y vivir de forma legal".Precisó que el Ministerio de Asuntos Sociales ha adecuado la inmigración a la demanda laboral "apostando fuertemente por la integración".
Las Jornadas reúnen a 200 alumnos durante dos días, en los que se tratará sobre diversidad cultural en la inmigración y se ofrecerán charlas sobre los movimientos migratorios, su situación en la actualidad y su influencia en nuestro país.
Inmigración sin tópicos
En este contexto, el rector de la UCLM, Ernesto Martínez Ataz, asimismo presente en las jornadas, al dar la bienvenida a los alumnos, habló sobre “la posibilidad excepcional para nuestros alumnos de conocer la inmigración desde su origen estructural, evitando tópicos y superando posiciones sesgadas y, a veces asistencialistas, que reflejan el temor a la diversidad”. En este sentido, el máximo responsable de la institución académica recordó que un tercio de los inmigrantes que llegan a España proceden de Iberoamérica, otro, de países europeos y el tercio restante, de África. Por eso, Ernesto Martínez abogó por la necesidad de crear “un espacio de convivencia entre las distintas culturas”.
Así, los más de 200 alumnos inscritos podrán conocer la realidad de los países de origen, y la integración sociolaboral de los inmigrantes, a partir de las diferentes presentaciones que realizarán expertos nacionales, internacionales, y los propios inmigrantes invitados; así como las asociaciones que los representan.
Y es que, en unas pocas décadas, España ha pasado de ser un país netamente emisor de emigrantes a ser receptor de un intenso flujo migratorio. A partir de 1973, con la crisis del petróleo, la emigración de españoles al extranjero empezó a decrecer y se produjo un retorno masivo de emigrantes españoles, forzado por el aumento del paro que golpeó a casi todos los países de acogida.
Además, desde el año 2000, España presenta una de las mayores tasas de inmigración del mundo –de tres a cuatro veces mayor que la tasa media de Estados Unidos, ocho veces más que Francia; tan sólo superada por Chipre y Andorra en términos relativos-. Un fenómeno que responde a una multiplicidad de causas entre ellas: el gran volumen de mano de obra que ha necesitado España -40% de los 900.000 empleos creados en 2005-, la identidad cultural y lingüística con Iberoamérica o la cercanía con África; siempre con una premisa común, el empleo extranjero se concentra en sectores donde la oferta de mano de obra nacional resulta escasa y necesaria.
Convivir con naturalidad
No quiso el principal responsable de la UCLM dejar pasar de largo la idea de que “la inmigración es un tema polémico y motivo de conflictos de convivencia, de políticas de control, de un temor latente y de continuas turbulencias” pero, añadió “estoy convencido de que un país demuestra su vigor económico y pleno desarrollo cuando sume con naturalidad la convivencia intercultural, y en eso la Universidad y el sistema educativo en su conjunto, juegan un papel primordial para formar a nuestros jóvenes en valores fundamentales, como la tolerancia y el respeto a la diversidad”.
Fuente: el dia de ciudad real
3 Comentarios