(EFE).- El Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos denunció hoy que el nuevo Gobierno de Honduras promueve la xenofobia contra los nicaragüenses, al tiempo que presentó un desalentador panorama de los derechos humanos en ese país centroamericano tras el golpe de Estado. Durante la presentación en español del Informe Anual 2009, este miércoles en la capital colombiana, la directora de esa unidad en Guatemala, Claudia Samayoa, alertó de la expulsión de al menos 189 personas de Honduras, en su mayoría nicaragüenses.
Asimismo, señaló que desde el 28 de junio, cuando asumió la Presidencia Roberto Micheletti tras la deposición de Manuel Zelaya, han sido ejecutadas tres personas por las fuerzas de seguridad en ese país.
"Logramos detectar que 35 personas han sido heridas, algunas de gravedad, y otras tres ejecutadas en el marco de estas disoluciones de manifestaciones", dijo la experta.
La activista remarcó que hay un "proceso de xenofobia y están deteniendo y deportando particularmente ciudadanos nicaragüenses" bajo el argumento, expresado por el Gobierno de facto, de que va a haber "una guerra entre Nicaragua y Honduras".
Samayoa denunció también que varios de los defensores de los derechos humanos están siendo víctimas de espionaje y seguimientos en ese país.
También dijo que tras el golpe se han producido varias manifestaciones de defensores de derechos humanos que buscan el retorno de la democracia y la libertad de expresión, pero "el Gobierno de facto no está reconociendo" esos hechos.
Asimismo, señaló que desde el 28 de junio, cuando asumió la Presidencia Roberto Micheletti tras la deposición de Manuel Zelaya, han sido ejecutadas tres personas por las fuerzas de seguridad en ese país.
"Logramos detectar que 35 personas han sido heridas, algunas de gravedad, y otras tres ejecutadas en el marco de estas disoluciones de manifestaciones", dijo la experta.
La activista remarcó que hay un "proceso de xenofobia y están deteniendo y deportando particularmente ciudadanos nicaragüenses" bajo el argumento, expresado por el Gobierno de facto, de que va a haber "una guerra entre Nicaragua y Honduras".
Samayoa denunció también que varios de los defensores de los derechos humanos están siendo víctimas de espionaje y seguimientos en ese país.
También dijo que tras el golpe se han producido varias manifestaciones de defensores de derechos humanos que buscan el retorno de la democracia y la libertad de expresión, pero "el Gobierno de facto no está reconociendo" esos hechos.
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