El Periódico de Catalunya
No solo voces lejanas reprueban la intención del Ayuntamiento de Vic de negar el empadronamiento a los inmigrantes irregulares. El rechazo a la medida cerca al consistorio dirigido por Josep Maria Vila d’Abadal. Los alcaldes de las vecinas ciudades de Manlleu y Torelló, Pere Prat (ERC) y Miquel Franch (PSC), mostraron ayer su enojo por la decisión vicense. Los ediles critican la iniciativa, dudan de su legalidad y piensan que podría falsear los datos del padrón de sus municipios. Además, censuran que Vic haya actuado de manera unilateral en un asunto en el que estaban trabajando conjuntamente.
Manlleu y Torelló son los municipios con más población de Osona tras Vic, con 20.000 y 14.000 habitantes respectivamente. Las dos ciudades cuentan con altos índices de inmigración, especialmente Manlleu, donde ronda el 15%.
Los ediles no ocultan su enfado y su sorpresa ya que el consistorio de la capital de Osona, gobernado por CiU, ERC y PSC, se ha descolgado de varias negociaciones paralelas entre diferentes ayuntamientos para solucionar los problemas derivados del empadronamiento de un número importante de inmigrantes. Por un lado, del consejo comarcal, que tenía casi a punto un documento con unos criterios consensuados para presentar en el próximo consejo de alcaldes. Por otro, de una mesa de trabajo entre cuatro municipios (Vic, Manlleu, Torelló y Roda de Ter), donde los alcaldes intercambiaban información y proponían alternativas conjuntas.
POSIBLE PICARESCA / Prat teme que la picaresca desvíe a los sin papeles rechazados por Vic a los municipios aledaños, lo que falsearía el registro. «Podríamos tener a personas viviendo en un sitio y empadronadas en otro», dice. El edil republicano mantiene que operaciones de este tipo pueden desnaturalizar la función del padrón, no otra que permitir saber «el número de personas que habitan en una población».
Por su parte, Franch califica la decisión de Vic de «absolutamente incorrecta» ya que «todo aquel que vive en un municipio tiene que estar empadronado allí». El alcalde de Torelló está seguro de que la iniciativa no se llegará a aplicar porque, a su juicio, es «ilegal».
Los dos alcaldes consideran que el Ayuntamiento de Vic se ha precipitado y piden la retirada de la propuesta y que el debate se reconduzca al consejo comarcal o a ámbitos superiores. «Los criterios tienen que ser uniformes en Osona y en Catalunya», dice Prat. En la misma línea se expresa el presidente del consejo comarcal y alcalde de Centelles, Miquel Arisa (PSC): «Debemos trabajar para lograr el consenso. Y siempre dentro de la normativa vigente».
REVISAR LOS CRITERIOS / Por otro lado, algunos ayuntamientos de municipios pequeños cercanos a la capital de Osona también piensan que la gestión de la inmigración se debe unificar pero no rechazan la postura de Vic. No consideran que su decisión unilateral les pueda afectar, entre otras cosas porque sus índices de inmigración son muy bajos (entre el 2% y el 7%) y el padrón, en sus localidades, es muy fácil de controlar.
«Es una buena decisión. El empadronamiento de inmigrantes genera muchos problemas y deben revisarse los criterios», argumenta Joan Roca (CiU), alcalde de Gurb, un municipio que alberga grandes polígonos, colindante con Vic y con una población de poco más de 2.000 habitantes. «Si el Estado no hace bien su trabajo, los problemas son para los ayuntamientos», apunta Lluís Verdaguer (CiU), alcalde de Taradell.
0 Comentarios