Sumen estas dos cifras, sacadas de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados ayer por la mañana en el Congreso: el gasto en desempleo se reducirá en un 5,5% y se prevé un aumento del número desempleados de más de 600.000 personas. Ambas, a finales de año.
Para no jugar con los números relativos y con trucos contables, lo que es innegable es que el Ejecutivo espera terminar el ejercicio con una tasa de paro del 24,3% de la población activa, lo que nos llevaría, según los últimos cálculos de la EPA, a unos 5,6 de españoles sin un trabajo.
¿Y aún así mantiene su previsión de gastar menos en pagar prestaciones? ¿Y además recorta en un 21,3% las políticas activas (las que favorecen la reinserción laboral)? Sí. En total, el gasto del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, una vez sumadas todas las partidas y transferencias entre organismos, será en 2012 de 56.956 millones de euros, un 8,14% menos que un año antes.
El as en la manga (triste carta, por otra parte) del Gobierno es el escandaloso número de parados de larga duración que sufre el país. A finales de 2011, última encuesta de la EPA disponible, 1,4 millones de españoles llevaban más de dos años a la espera de un trabajo. Otros 1,2 estaban por encima de los doce meses.
Entre unos y otros, no es descabellado calcular que unos dos millones de esos ciudadanos se quedarán a lo largo de este 2012 sin ningún tipo de ayuda. No hay que olvidar que el máximo tiempo de cobro de prestación es de dos años, seguido de medio año de subsidio.
Todo ello, dando por hecho que los 5,2 millones de españoles sin empleo tenían derecho a las ayudas completas, por lo que quizá también habría que tener en cuenta los 814.000 que se encuentran entre seis meses y un año a la caza de un puesto.
Lo que significa que España podría terminar el año con cerca de tres millones de ex trabajadores sin cobertura alguna.
El más claro ejemplo de este drama lo aporta el presupuesto del Ministerio de Empleo para 2012, en el que prevé que baje el número de los que llevan más tiempo apuntados al INEM, que son los perceptores del subsidio. Después de acabar el año pasado con 1,184 millones de beneficiarios, este 2012 caerán a 1,143.
El gasto medio que supone este colectivo al mes también desciende: de 518.528 euros el año pasado a 478.949 previstos para éste.
Las cifras son distintas entre los que reciben prestación (el paro de toda la vida). Por un lado, los Presupuestos creen que acabe 2012 con una media de 1,4 millones de estos beneficiarios, una cifra algo superior con la que terminó 2011.
¿Superior? Así es. El Ejecutivo aún cree que este año se elevará el paro, con lo que el número de nuevos receptores seguirá creciendo. Aun así, también confía en el desgaste de los que vengan recibiéndolo desde tiempo atrás, dado que calcula un recorte de lo pagado cada mes de 1,252 a 1,194 millones.
Por último, el tercer escalón de protección por desempleo, el de la Renta Activa de Inserción, arroja números más modestos, aunque refuerza la idea de que se van acabando las ayudas porque se espera un nuevo repunte: de 186.316 el año pasado a 220.000 el próximo 31 de diciembre.
0 Comentarios