Con la bandera de España ondeando ya a su espalda tras haber pasado a territorio español en la valla de Melilla, medio centenar de migrantes y posibles solicitantes de asilo fueron deportados ilegalmente por la Guardia Civil y la Policía Nacional española y entregados al ejército marroquí a través de puertas de servicio, no habilitadas como paso fronterizo oficial.
Al menos uno de ellos fue reducido a golpes y también, según algunos vecinos y miembros de la ONG PRODEIN, fue aparentemente inyectado con una jeringuilla, ya inmóvil fue deportado ilegalmente a territorio de Marruecos
Según informa la ONG melillense PRODEIN, aproximadamente medio centenar de inmigrantes han conseguido subir a la valla de Melilla donde han permanecido encaramados durante largo tiempo. A pesar de que, como se observa claramente en la imagen, la bandera española ondea detrás de los inmigrantes, lo que indica que están en territorio español, la práctica totalidad ha sido deportados ilegalmente a Marruecos.
Fueron entregados a fuerzas militares marroquíes a través de puertas de mantenimiento entre ambos países sin realizar su identificación y los pertinentes y obligados trámites administrativos que marcan las leyes para garantizar sus derechos y la posibilidad de solicitar y recibir asilo.
Varios de ellos estaban malheridos. La operación ha sido realizada por decenas de miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional española que ahora también ejerce funciones de vigilancia de la frontera, tarea que hasta hace poco realizaba solo la Guardia Civil.
Uno de los inmigrantes que saltó la valla en solitario estuvo desde la 19h hasta las 22:15 subido a la misma ya en territorio español. A esa hora, agotado, no tuvo más remedio que bajar al suelo. Varios guardias civiles abrieron la puerta de servicio de la frontera para deportarlo. El joven, aterrorizado, salió corriendo y resbaló en un terraplén. Cayeron sobre él varios guardias que lo golpearon repetidamente y según algunos vecinos presentes lo “sedaron como es costumbre” pinchándole aparentemente con una jeringuilla con algún producto adormecedor, momentos después se dejaron de oír sus fuertes gritos.
El pinchazo fue previamente advertido por varios niños melillenses que gritaban “ahora lo van a pinchar, ahora lo pinchan”. Ya inmóvil y aparentemente inconsciente fue arrastrado por los pies y las manos por dos guardias civiles y fue deportado ilegalmente y entregado al ejército marroquí a través de la puerta de servicio de la valla. Miembros de PRODEIN también fueron testigos de estos hechos.
Fuente: - periodismohumano
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