Marina Albiol (1982) abandona momentáneamente sus vacaciones en Castellón, su tierra, para arropar en una rueda de prensa al activista y compañero de militancia Manu Pineda, recién llegado de Gaza, donde ha colaborado con los servicios médicos locales en el hospital de Al Wafa. Albiol, número dos de IU en las pasadas europeas, asumió la portavocía en Bruselas tras la dimisión forzada de Willy Meyer, aunque el parón veraniego ha postergado a la vuelta de las vacaciones el inicio real de los trabajos parlamentarios.
IU se ha mostrado muy activa históricamente en la defensa de los palestinos y también frente a esta nueva ofensiva israelí sobre Gaza. ¿Qué iniciativas están llevando a cabo en Europa?
Fundamentalmente denunciar en la Comisión de Exteriores, donde está Javier Couso, la complicidad de la UE con el Estado de Israel. Hemos recordado que Israel actúa con total impunidad, saltándose el derecho internacional, violando los derechos humanos, no respetando la convención de Ginebra de manera sistemática y cómo no está recibiendo ningún tipo de sanción por parte de la comunidad internacional. Hemos denunciado además el acuerdo de asociación preferente que tiene la UE con Israel y que está sujeto al cumplimiento de los derechos humanos.
¿Y cuál es la propuesta sobre este acuerdo?
Entendemos que se debe romper ese acuerdo porque Israel no lo está cumpliendo, pero la UE actúa de manera seguidista de los intereses económicos y geoestratégicos de los EE UU.
¿Han recibido ya alguna respuesta desde el Parlamento?
Desgraciadamente la mayoría del Parlamento Europeo está situada en posturas de complicidad con el Estado de Israel. Desde luego nosotras vamos a seguir con la labor de denuncias, presentando preguntas a la Comisión Europea. La última, por ejemplo, si se van a aplicar sanciones a Israel y de qué tipo. Estamos a la espera de respuesta.
El grupo europeo en el que está IU (GUE-NGL) engloba a partidos desde el norte hasta el sur de Europa. ¿La postura en esta cuestión es compartida?
Sí, desde el primero momento se han llevado a cabo acciones coordinadas por todo el grupo. Hicimos una declaración como grupo dentro del Parlamento Europeo denunciando la masacre que se está produciendo en Gaza. Hemos llevado acciones conjuntas a la sesión plenaria que hubo en Estrasburgo. Estamos también pendientes de organizar una visita a Gaza para conocer la situación in situ, que se está gestionando.
En las últimas europeas los partidos que conforman el GUE se situaron como cuarta fuerza en Bruselas. La Legislatura comienza de verdad en septiembre, ¿cuáles serán las líneas básicas del grupo?
Ya nos hemos posicionado en contra de la elección de Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea y hemos definido las líneas generales de lo que será nuestro trabajo. La primera, una fuerte oposición a las políticas económicas impuestas por la troika. Vamos a denunciar unas políticas que solo han traído paro, pobreza, precariedad, desahucios y miseria a la inmensa mayoría de la población, sobre todo a los países del sur. También vamos a denunciar la falta de democracia que hay dentro de la UE, cuyas instituciones no responden a los intereses de la mayoría, sino de las entidades financieras. Los mercados, el capital, es quien gobierna la UE. Y estamos dispuestas a dar la batalla para ponerla del revés y construir otro modelo de Europa que responda a las necesidades del pueblo, no de las élites económicas.
Tras la dimisión de Willy Meyer usted asumirá la portavocía de IU en Europa. ¿Cuáles son las prioridades de la coalición?
Compartimos el posicionamiento antitroika con el GUE porque en el Estado español nos han llevado a tasas de pobreza infantil que superan el 30%, a seis millones de parados y paradas. Esa va a ser la línea fundamental.
Pero hay otros temas a trabajar. El primero es el auge del fascismo en el Parlamento Europeo y hay que llevar una lucha importante contra la extrema derecha. Una lucha que viene de lejos y en la que tenemos mucha trayectoria, pero hay que dar la batalla en estos momentos en que supone un peligro este auge.
Otro asunto es todo lo relacionado con inmigración. Las políticas de la UE son de represión, de construir muros cada vez más altos. Lo que planteamos es un cambio radical en las políticas de migración. Mientras siga habiendo hambre, guerra y pobreza en los países del sur la gente va a continuar intentando llegar a Europa para mejorar sus vidas, por tanto la solución no puede ser más vallas o poner cuchillas en la frontera. La solución es un cambio de sistema económico que haga que se acaben las guerras y el hambre en estos países.
¿Y qué cambios proponen?
Las directivas que hay en Europa, así como la Ley de Extranjería del Estado español, son crueles e inhumanas y están vulnerando los derechos humanos. Lo podemos ver cada día en Ceuta y Melilla o con los centenares de muertos que se producen en el mar intentando llegar a nuestras costas.
España incumple reiteradamente la ley con las devoluciones en caliente. ¿Es un tema que se plantea ante la UE?
Desde IU vamos a plantear una serie de preguntas a la Comisión denunciando esta situación porque no puede ser que el Estado español esté vulnerando continuamente la legislación en materia de inmigración. Pero no solo es que se incumpla la legislación, sino que esta es injusta, cruel e inhumana. Vamos a denunciar las cuchillas en las vallas y vamos a seguir exigiendo el cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) que en realidad son cárceles donde encierran a personas que no han cometido ningún delito, sino una falta administrativa.
Durante la constitución del grupo en Europa se produjeron algunas tensiones con los eurodiputados de Podemos. ¿Cuál es hoy la situación?
La colaboración es total y absoluta. Somos compañeros y compañeras de grupo. Hay que felicitarse porque la incorporación de Podemos al GUE le ha dado más capacidad de incidencia. Compartimos las líneas políticas del grupo y seguro que se pueden hacer trabajos conjuntos que vayan a tener buen resultado.
IU ha remodelado recientemente sus órganos de dirección para impulsar una convergencia con Podemos, entre otros, y los movimientos sociales. ¿Europa puede servir para experimentar cómo podría ser esa colaboración?
Estamos hablando de cosas un poco diferentes. Lo que se plantea con los procesos de convergencia es construir un gran bloque político y social, conseguir sumar fuerzas no solo políticas sino también sociales. Desde la ciudadanía se nos está pidiendo que lleguemos a acuerdos y consensos. En el momento político que vivimos, cuando parece que el régimen de la transición se está tambaleando, el camino para tumbarlo es el de la suma y la convergencia. Yo entiendo que va mucho más allá que un simple pacto de unas elecciones y, por tanto, va mucho más allá que un pacto en las instituciones.
En un ámbito meramente institucional sí se podría decir que el hecho de trabajar conjuntamente en Europa puede ser positivo para esa convergencia, pero esta debería ir mucho más allá de IU y Podemos y mucho más allá de unas elecciones sean municipales, autonómicas o generales.
Este planteamiento de cómo hacer la confluencia ha creado polémica dentro de IU ya que algunos lo consideran la desnaturalización de un proyecto que arrancó a finales de los 80. ¿Existe una tensión real dentro de IU?
IU ya nace con esa voluntad de ser un movimiento político y social. Nace con la voluntad de sumar a muchas gentes a un proyecto de izquierdas. Entiendo que seguimos en el mismo camino que ya iniciamos en su momento; está basado en la misma concepción de la unidad izquierda, de sumar y de trabajar conjuntamente. Somos una organización muy plural y es muy complicado que todo el mundo tenga la misma opinión sobre cómo llevar a cabo estos procesos. Lo que está claro es que IU ha tomado una decisión política y se ha determinado esa línea de trabajo; puede haber discrepancias sobre la forma de llevarlo a cabo, pero IU está volcada ahora mismo en este proceso de convergencia.
via | elDiario.es
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