El devenir de una persona todavía está fuertemente condicionado por su lugar de origen. Los llegados de fuera tienen el doble de posibilidades de ser pobres que los nacidos aquí. Los inmigrantes que viven en España presentan la segunda tasa más alta de pobreza relativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sólo superada por Grecia. El 40% de los extranjeros es pobre, frente a un 20% de españoles.
Lo dice el informe Indicadores de la integración de los inmigrantes 2015, un trabajo elaborado entre la OCDE y la ComisiónEuropea (CE) que es "una llamada de atención" a los gobiernos. "Los países no están haciendo demasiados avances en ayudar a los inmigrantes y a sus hijos a integrarse", advirtió ayer Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, durante la presentación del estudio en Bruselas.
El informe resalta que, "en España, la lucha de los inmigrantes y sus hijos para integrarse es particularmente difícil".
En la media de la OCDE, un tercio de los inmigrantes se encuentra en situación de pobreza relativa (definida como la proporción de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza, que está fijado en el 60% de la mediana de los ingresos del país). Aquí la proporción es mayor: cuatro de cada 10. Estamos peor que en Bélgica, Finlandia y EEUU, pero no tan mal como Grecia, donde la tasa entre sus extranjeros llega al 45% y entre sus nacionales es del 20%.
Empleo
La OCDE atribuye la desigualdad que sufren los inmigrantes en España a sus "dificultades en el mercado laboral". Mientras que antes los extranjeros tenían más probabilidades de encontrar empleo que los españoles, "la situación se ha invertido durante la crisis". La tasa de empleo para inmigrantes se ha reducido en 20 puntos porcentuales entre 2007 y 2012, más del doble de la disminución observada entre los nacionales. En la OCDE se emplean, de media, dos terceras partes de los inmigrantes. Aquí es la mitad. Somos el país donde más ha caído la tasa de empleo para foráneos.
Thomas Liebig, el especialista senior de Migraciones Internacionales de la OCDE y coordinador del informe, explica a EL MUNDO que "los inmigrantes en España están poco cualificados, pero tienen la ventaja de que muchos hablan bien español y eso es importante para su empleabilidad a largo plazo, a diferencia de lo que ocurre en otros países, como Francia o Suecia, donde la mayoría de los inmigrantes no habla el idioma". "Otro punto fuerte es que están más dispuestos a trabajar que en otros países, donde llevan más tiempo sin hacerlo y ya no buscan empleo. Están dispuestos a hacer de todo para integrarse, también a aceptar peores empleos y menos estables. A menudo aceptan trabajos que los españoles no cogerían".
Educación
Dice el Informe Pisa que los inmigrantes de la UE con desventajas socieconómicas que sacan notas excelentes son la mitad de los nativos. España presenta la tasa más alta de toda la OCDE de jóvenes inmigrantes que ni estudian ni trabajan -los ninis- y tienen a su vez un nivel educativo bajo. Representan el 26% de los chicos y chicas de entre 15 y 35 años, frente al 8% de media de la OCDE. Junto con Italia, España también está en cabeza en inmigrantes con poca formación y en los últimos puestos en muy cualificados. Casi la mitad de los extranjeros que viven en nuestro país no alcanza el nivel equivalente al Bachillerato.
Aceptación social
"Con todos los problemas que hay, nos consta que los inmigrantes quieren integrarse en España y cuentan con la aceptación de la sociedad española, que tiene una visión de ellos bastante buena", resalta Liebig. La mayoría de los españoles dice que la inmigración es beneficiosa para el desarrollo cultural y para la economía. No llega al 20% el porcentaje de inmigrantes que se consideran discriminados en España por su nacionalidad, etnia o raza, un porcentaje algo mayor que la media, pero alejado de las elevadas tasas de Grecia o Austria.
via -elmundo.es
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