Quizás sea la bandera más representativa de la actual Unión Europea. Una enseña en la que azul lo pone el mar y las estrellas, algunos de los cuerpos que hoy reposan en la mayor fosa común del mundo: el Mediterráneo.
Tan impactante como la campaña que ilustra: #UErfanos. La última empresa de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y obsesión de su secretaria general, Estrella Galán, que no esconde el cabreo mayúsculo con una UE a la que responsabiliza de las dolorosas ¡y bochornosas! cifras de la insolidaridad: 22.500 muertos en los últimos 15 años.
“No permitas que la Europa de los valores se hunda el Mediterráneo’ es la petición que, desde la cuenta tuitera de CEAR, invita a firmar @estrella_galan
¿Qué nombre tiene lo que está pasando en Europa?
Es un drama humanitario sin precedentes.
No es pues una crisis migratoria. ¿Qué finalidad tiene el presentar a los refugiados como inmigrantes ilegales?
Es una manera de excusar la responsabilidad que los Estados miembros de la UE tienen con los refugiados.Además de que ‘el hambre’ no deja de ser consecuencia de la vulneración de un derecho fundamental…
En la medida que se confunde a los refugiados con inmigrantes, los Estados justifican el incumplimiento de sus compromisos.
Por supuesto. En todo caso, hay que insistir: evitemos que se mezclen los mensajes. Este drama es un drama humanitario de refugiados. Ahora mismo los 4 millones de sirios que han huido del país exceden el genocidio que se produjo en Ruanda en el 94. Estamos ante cifras históricas.
Ponga rostro a quienes hoy llaman a las puertas de Europa. ¿Cuál es el perfil?
Más del 60% son susceptibles de protección internacional. Son personas que están huyendo de Siria, Eritrea, de conflictos armados muy violentos en los que su vida está seriamente en peligro.
¿Y las cifras absolutas?
El último dato de ACNUR es que, durante 2015, Europa ha recibido más de 300.000 refugiados e inmigrantes, frente a los 219.000 de 2014.Es decir: que se prevé que se dupliquen las cifras del año pasado. Y que incluso se superen.
Y eso sin contar a los que quedan en el Mediterráneo o en alguna cuneta.
22.500 personas en los últimos 15 años.
Haciendo cálculos son 180.000 refugiados. Pero la UE ni siquiera es capaz de ponerse de acuerdo para el reparto de 60.000.
Es decepcionante. La UE está haciendo aguas en materia de solidaridad.Pero ¿tiene Europa capacidad para absorber estos flujos?
Y, pese a que su planteamiento de reubicación es de mínimos, los 28 ni siquiera han sido capaces de ponerse de acuerdo para aceptar esas cantidades.
Tiene capacidad. Y tiene la responsabilidad de hacerlo. Si no lo hacemos, en algún momento de la historia, Europa va a quedar muy mal dibujada. La lectura de este momento histórico va a ser nefasta.
Según CEAR ¿cómo debería actuar la UE?
Se necesita un cambio de enfoque inmediato en la política migratoria y de asilo que hoy está centrada solo en la vigilancia y control de fronteras.
Hay que desarrollar una política que priorice a las personas y los derechos humanos, en coherencia con los valores fundacionales de la UE. Valores que Europa parece haber cambiado por otros mucho más interesados.
Y hay que poner en marcha una operación de rescate y salvamento con mandato humanitario.
La más importante es habilitar vías legales que garanticen el acceso a los refugiados evitando que tengan emprender travesías mortales como la del Mediterráneo.
Vías legales como...
Como las políticas de concesión de visados humanitarios en las embajadas y consulados. Algo que ya está contemplado en los acuerdos internacionales pero que, en estos momentos, esté absolutamente cerrado.
Esas políticas son las que alimentan a las mafias que se están enriqueciendo del drama.
Son los sistemas perversos que hemos puesto en marcha los que provocan que los refugiados se pongan en manos de las mafias
¿Se podría decir por tanto que la UE está vulnerando la legislación internacional?
Sí. En este momento nos atrevemos a decir que estas muertes no son fruto de la fatalidad ni de una catástrofe.¿Cabría alguna acción judicial?
Son consecuencia del cierre de las fronteras y del incumplimiento directo de los acuerdos y tratados internacionales por parte de la UE.
Tendremos que ver cuál es la reacción final, pero ahora mismo se está vulnerando el Derecho Marítimo internacional que dice claramente que, ante una situación de socorro, hay que salvar vidas. Algo que no se está haciendo.
¿Cuánto se cree Estrella Galán los llamamientos de líderes europeos, como Merkel, a la solidaridad de la “rica Europa”?
Alemania tiene un papel bastante difícil de entender.
Es el país que más refugiados acoge: 200.000 solicitantes de asilo este año en comparación con los 5.947 acogidos por España.
Sin embargo, sus políticas son bastante discriminatorias. No podemos olvidar a la niña a la Merkel negaba el derecho a permanecer con su familia en Alemania.
En España tenemos concertinas y tenemos a Jorge Fernández Díaz que comparaba el reparto de refugiados con un problema de goteras.
Esa comparación es del todo desafortunada, irresponsable. Y es una estrategia para seguir desorientando a la ciudadanía.
Un ministro del Interior no se puede permitir el lujo de confundir las cifras, ni de confundir los conceptos de refugiado e inmigrante.
Ni, por supuesto, el de comparar a los refugiados, que son seres humanos, con goteras.
¿Qué dice de García Albiol que propone extender la asistencia sanitaria a inmigrantes… sólo con enfermedades contagiosas?
Me preocupa que estos responsables estén incendiando o echando gasolina a posibles situaciones de racismo y xenofobia. Desde CEAR hacemos un llamamiento para no convertir nuestro país en un lugar donde pueda surgir el odio con líderes como estos.
Un país que hace no mucho tarareaba aquello de “adiós mi España preciosa”…
Nuestros abuelos fueron refugiados, nuestros antepasados cercanos tuvieron que huir y ser acogidos en otros países.
Hay que tener presente la memoria histórica. Igual que nosotros, en aquel momento, aportamos al crecimiento de una Europa o una América Latina que estaba en pleno desarrollo, los refugiados que vengan también pueden aportar mucho.
En términos de interés propio, Europa hoy es un continente envejecido donde va a ser muy necesaria la mano de obra inmigrante y el nacimiento de niños que los jóvenes europeos no están en condiciones de ofrecer.
via -público.es
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