La situación de los inmigrantes

EL proceso de regularización de inmigrantes puesto en marcha por el Gobierno a través de la entrada en vigor del reglamento de la Ley de Extranjería tiene un primer efecto positivo: va a dar carta de legalidad a un importante colectivo de trabajadores extranjeros que ya formaban parte activa de la estructura productiva del país y que, hasta ahora, permanecían en los dominios de la economía sumergida. Desde este punto de vista, el proceso de regularización viene a remediar o, por lo menos, paliar una situación de injusticia en la que los derechos de los trabajadores muchas veces no eran respetados. Esta regularización hará que esos trabajadores existan para el fisco y, al mismo tiempo, ayudará a que la sociedad española tome conciencia de que la mano de obra extranjera es imprescindible para su normal desenvolvimiento. Hay sectores como el servicio doméstico o ciertas labores agrícolas donde constituyen una gran mayoría y en otros, como la hostelería o la construcción, su presencia es cada vez mayor.

Pero la regularización, tal y como la ha planteado el Gobierno, compromete que se alcancen los objetivos propuestos. El principal obstáculo es la necesidad de acreditar el empadronamiento anterior a agosto del año pasado, requisito que no van a poder cumplir muchos de los aspirantes. La medida puesta en marcha en España coincide, por otra parte, con un sentimiento cada vez más generalizado en Europa de que es necesario poner límites legales a la llegada masiva de ciudadanos extranjeros. El proceso de regularización emprendido por España ha sido criticado en algunas capitales europeas y ha coincidido con el anuncio de la adopción de medidas legislativas en el Reino Unido para restringir la llegada de extranjeros.

Si el proceso de regularización de inmigrantes logra normalizar la presencia de mano de obra extranjera en España se habrá conseguido un importante objetivo de política social, pero si se demuestran certeras las críticas que está haciendo la oposición en el sentido de que no va a servir para resolver la situación creada y de que va a provocar el denominado efecto llamada, habrá contribuido a agravar uno de los principales problemas a los que se tiene que enfrentar en un futuro próximo la sociedad española.
fuente: Europa Sur digital

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