Los grandes de Europa optan por la inmigración selectiva.

Los países comunitarios asisten a una nueva llegada masiva de inmigrantes, pero no se ponen de acuerdo sobre cómo regular estos flujos cada vez mayores

Inevitable e imprescindible son los calificativos que definen la visión de Bruselas sobe el fenómeno migratorio. Europa necesita 20 millones de trabajadores antes de 2030 para mantener el mismo nivel de población activa que en estos momentos. La evolución demográfica del Viejo Continente hace impensable que ese déficit se cubra sólo con ciudadanos europeos. África y Latinoamérica, en cambio, parecen disponer, probablemente a su pesar, de esa mano de obra excedente.

La única opción realista que le queda a los poderes públicos europeos es intentar regular esos flujos migratorios para que no generen sufrimiento en los países exportadores ni injusticias en los importadores. Pero esa regulación sigue siendo competencia exclusivamente nacional y una buena parte de los miembros de la UE se niegan a comunitarizar la política migratoria. CincoDias

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1 Comentarios

Anónimo ha dicho que…
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