Asociaciones, educadores, mediadores y concejales comprometidos se enfrentan a los conflictos latentes de la inmigración
La envergadura del fenómeno de la inmigración ha generado en ciertas capas sociales una corriente soterrada de malestar, miedo y recelo sin suficiente reflejo en las encuestas. En los barrios de mayor concentración inmigrante se encuentran dificultades crecientes para obtener plaza en las guarderías públicas, ayudas de comedor o becas de libros, ya que la inversión de las administraciones no ha aumentado en la medida en que lo ha hecho la población. Pese a ser, según las encuestas, uno de los países más tolerantes de Europa, los sucesos de Alcorcón no dejan de mostrar la fragilidad de la convivencia: es una nueva señal de alarma que añadir a El Ejido, Can Anglada, Banyoles, Lepe, Níjar, Almoradí o Elche. [elpais.]
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