"Mauritania no se siente concernida ni por la avería de la embarcación ni por la acogida de sus ocupantes", señala el comunicado.
"Nuestro país no ha dado jamás la luz verde para el desembarco de esta embarcación, que se encuentra actualmente en aguas internacionales", añade el comunicado.
Un grupo de 200 inmigrantes paquistaníes detectados cerca de Canarias y remolcados hasta Mauritania permanecen hasta el momento sin desembarcar a la espera de la autorización del Gobierno mauritano.
El buque 'Marine I' fue detectado el viernes cerca de Canarias y remolcado por el 'Luz del Mar' hasta las cercanías de Nuadibú, en el norte de Mauritania.
España participa en este caso en virtud de un tratado internacional, al que no está adherido Mauritania, que obliga a los países más próximos (en este caso Mauritania y Senegal) a auxiliar al buque averiado y trasladarlo al puerto más cercano, es decir a Nuadibú en Mauritania.
Por otra parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español dijeron hoy que España y Mauritania han logrado un "principio de acuerdo".
El embajador de España en Mauritania, Alejandro Polanco, quien está llevando las negociaciones con las autoridades mauritanas, habría logrado un "principio de acuerdo" que podría concretarse en "unos días" y que permitiría desembarcar a los paquistaníes.
Preocupación por el estado de los inmigrantes
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) solicitó en un comunicado ayuda inmediata para los 200 inmigrantes.
La organización manifiesta su preocupación por el hecho de que después de varios días no se haya solucionado la situación de estas personas, procedentes de Pakistán, India y Bangladesh, después de que Salvamento Marítimo remolcara el barco.
"CEAR reclama para estas personas una asistencia digna e inmediata que ponga por encima de cualquier otro interés el sentido humanitario, máxime cuando en el barco podría haber niños", añade.
En este sentido, teme que se vuelvan a repetir casos recientes en los que grupos de personas en situación de extrema vulnerabilidad han sido mantenidas durante días a bordo de barcos mientras los Estados negocian su desembarco y su atención. Así, recuerda el caso del pesquero español Francisco y Catalina, que en julio de 2006 rescató a inmigrantes subsaharianos y tuvo que permanecer frente a las costas de Malta en condiciones penosas.
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