Brote racista en un barrio avilesino

El barrio de Versalles amaneció ayer con pintadas nazis en las fachadas y los cristales de cuatro bares regentados por familias de origen dominicano. Las esvásticas de gran tamaño sembraron el temor y la incertidumbre entre los inmigrantes, que presentaron una denuncia ante la comisaría de Avilés, por estos hechos.

Los bares Covadonga, El Candin, El Eli y el Minibar, fueron los destinatarios de estas amenazas gráficas, que han puesto en alerta a la pequeña colonia de inmigrantes asentados desde hace años en este poblado. Su primera reacción fue denunciar los hechos ante el Cuerpo Nacional de Policía, dirigido por el comisario Adolfo Barajas, que ha iniciado una "investigación" sobre estos hechos.

Las pintadas de gran tamaño y en color negro aparecieron solamente en los comercios de la hostelería regentados por los residentes de origen suramericano. Los vecinos se mostraron sorprendidos por lo ocurrido y aseguraron que se trata de "una zona muy tranquila" en la que se convive en armonía.

NO HABIAN RECIBIDO AMENAZAS También se mostraron sorprendidos los propietarios de los establecimientos, que no habían recibido hasta ahora ninguna amenaza. Los afectados esperan que desde la comisaría se esclarezcan los hechos.

Vanesa García Castrillón, del bar Eli, señaló que esta es la "primera vez" que suceden hechos de este tipo. Vanesa tiene ahora 23 años y llegó al barrio con su madre cuando sólo contaba seis años. "Nunca tuve ningún problema aquí y llevó diez y siete años", explicó.

En su opinión, los hechos pueden ser obra de "gente racista que no quiere a los negros" y que quiere sembrar el temor entre los inmigrantes. "Ahora", añadió, "tengo miedo a salir por la calle porque esta gente esta loca".

UN BARRIO EN CALMA Durante el día de ayer, el poblado de Versalles permaneció en aparente tranquilidad a pesar de estos incidentes. La populosa barriada cuenta con la mayor concentración de residentes del municipio y supera en número de habitantes a otros poblados del concejo que también han comenzado a registrar la afluencia de inmigrantes, aunque sin registrar ningún tipo de problema hasta el momento.

La polémica sobre a inmigración se ha alimentado desde algunos sectores políticos de la región. El pasado verano, el Gobierno del Principado respondió a las críticas del Partido Popular a sus políticas de inmigración, acusándoles de utilizar la "xenofobia" y la "mentira" para engañar a la sociedad asturiana.

En aquella ocasión, la portavoz del Ejecutivo, Ana Rosa Migoya, señaló que los populares mantienen un discurso basado en "la demagogia fácil y barata sobre un problema que no es asturiano sino europeo", poniendo de relieve que desde el Principado "no se hace otra cosa que prestar ayuda humanitaria". Pese a todo, la situación en Avilés no parece especialmente alarmante, a pesar de este brote xenófobo. [lavozdeasturias]

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