Saber con total exactitud cuantos inmigrantes irregulares hay en España es un cálculo imposible. No hay datos oficiales que den fe de los inmigrantes que viven en España sin permiso de la Administración. Sin embargo, sí que se pueden obtener una cifra aproximada.
No hay más que cruzar los datos de empadronados que no proceden de países europeos a fecha 1 de enero de 2006 (los últimos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística): 3.225.280, con los residentes legales en esa misma fecha de los que dispone el Ministerio de Trabajo: 2.169.648, es decir, 1.055.632 menos que los empadronados. Al resultado hay que restar los rumanos y búlgaros que estaban en situación irregular y que a partir del 1 de enero automáticamente pasaron a convertirse en ciudadanos europeos, estimados en 508.767. Fruto de la aplicación de esa «fórmula» matemática es el resultado de irregulares que se estima en 546.868. Una cifra que, sin duda, habrá aumentado ya que se toman como referencia datos de hace más de un año que han sido dados a conocer hace unos días por el INE.
Por nacionalidades, los ciudadanos procedentes de Iberoamérica acaparan casi la mitad de la bolsa de inmigrantes en situación irregular (490.750), principalmente los ecuatorianos (104.245), los bolivianos (89.064), argentinos (67.840) y colombianos (60.793). Por su parte, la bolsa de irregulares marroquíes se situaría en 69.898 personas.
Un tercio de los africanos
En cuanto a los extranjeros procedentes del Africa occidental (Cabo Verde, Senegal, Guinea Bissau, Ghana, Guinea Ecuatorial y Mali), el último padrón tiene registrados a un total de 84.499 personas, mientras que 60.401 constan como titulares de una autorización de residencia, de forma que casi un tercio (24.098) podrían estar en situación de irregularidad.
A la hora de cruzar los datos del padrón con las tarjetas de residencia, hay que tener en cuenta que este último registro supone una foto fija de las personas que ese día (en este caso el 1 de enero de 2006) tenían un permiso en vigor. De esta manera, no están incluidos los que están renovando, pero al mismo tiempo puede darse el caso de gente que tampoco esté empadronada. No obstante, los datos facilitados por el INE están en esta ocasión más depurados. Entre otras cosas porque existe una norma que ya se aplica y que obliga a los extranjeros a renovar la inscripción en el padrón cada dos años. En caso contrario, son excluidos.
Los datos obtenidos hasta la fecha se mantienen con respecto a los últimos datos que cifraban en 700.000 la bolsa de indocumentados que vivían en España y que llevaron al Gobierno a emprender una regularización o «amnistía», como prefieren llamarlo los extranjeros, a todos aquellos que contaran con un permiso de trabajo.
Según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, la proporción de extranjeros en España ha aumentado desde el 8,5 por ciento hasta el 9,3 por ciento entre el 1 de enero de 2005 y el 1 de enero de 2006. Las comunidades con mayor concentración de foráneos son Baleares (16,8%), Comunidad Valenciana (13,9%), Murcia (13,8%) y Madrid. Cataluña, Canarias y La Rioja también superan el 10 por ciento.
Por el contrario, las comunidades autónomas con menor proporción son Extremadura (2,5%), Galicia (2,7%), Asturias (2,8), País Vasco (4,0%) Ceuta (4,1%), Cantabria (4,2%) y Castilla y León (4,2%). En el resto de comunidades el porcentaje supera el 5%.
El número de extranjeros ha crecido en todas las comunidades autónomas. Aquellas en las que se ha apreciado un mayor incremento en términos absolutos son Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. Por el contrario, los menores aumentos se han producido en Ceuta, Melilla, Extremadura, Cantabria y Asturias.
Por nacionalidades, los más numerosos siguen siendo los marroquíes, seguidos de los ecuatorianos, rumanos , los ciudadanos del Reino Unido, colombianos, alemanes, argentinos y bolivianos.
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