Mientras los ciudadanos comienzan a preguntarse por qué se permite la entrada masiva de inmigrantes mientras varios millones de españoles tienen que conformarse con sobrevivir hasta final de mes gracias a la caridad, el PSOE se dedica a sobrecargar de mano de obra barata el sistema de trabajo. Es precisamente la izquierda quien echa por la borda todos los derechos, conseguidos a lo largo de los años, de los trabajadores nacionales.
A 30 de septiembre de 2008, el número de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor es de 4.274.821, de los que 2.307.517 (el 54%) son hombres y 1.960.999 (45,9%) son mujeres, sin contar los ilegales.
Este dato implica un aumento del 2,5% (105.735 personas) respecto al trimestre anterior, del 7,3% (295.807) acumulado en el año 2008 y del 14,2% (533.865) en los últimos doce meses.
Según los datos del Ministerio que preside Celestino Corbacho, el 41,4% de los extranjeros es nacional de un país de la UE, el 28,9% es iberoamericano, el 20,4% africano, el 6% asiático, 2,6% europeo de países no comunitario y el 0,4% de países de Oceanía.
El colectivo inmigrante con mayor presencia es el rumano con (715.750 personas), seguido por el marroquí (681.829). A continuación se encuentran los ecuatorianos, colombianos, británico, búlgaros, italianos, chinos, peruanos y portugueses.
Según la comunidad autónoma de residencia, Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía agrupan el 64,8% de los extranjeros con permiso de residencia.
Por provincias, Madrid registra el mayor número de extranjeros (752.830), seguida de Barcelona (620.659). Entre las dos reúnen el 32,2% del total de inmigrantes en España.
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