- Galicia - Faro de Vigo
La cifra de extranjeros ilegales se ha incrementado además ligeramente (un 4,3 por ciento) desde el último proceso de regularización abierto en 2005 y buena parte de ese colectivo que vive sin papeles son menores de 14 años.
Uno de cada cuatro extranjeros en situación ilegal es precisamente un niño. De los 13.205 que constan empadronados, sólo 8.400 tienen permiso de residencia. El 36 por ciento restante, unos 4.800 menores, no dispone de autorización para residir en el país.
En la mayoría de los casos estos niños llegan a la comunidad autónoma de la mano de sus padres, inmigrantes que pueden tener o no los papeles en regla, y que buscan reagrupar a su familia en España. La vía que utilizan los adultos para regularizar su situación es un contrato de trabajo, pero esta fórmula no sirve para los menores y de ahí que haya un número tan elevado de niños extranjeros en situación irregular.
Aunque no dispongan de permiso de residencia, pueden empadronarse y eso les garantiza ser escolarizados. A los dos años el Gobierno español les permite legalizar su situación siempre y cuando sus padres acrediten que disponen de recursos económicos. Los sindicatos no entienden por qué han de esperar ese periodo de dos años para obtener una autorización de residencia, y que condenen así a estos menores a estar dos años en situación ilegal.
Tutela
Pero también está el caso de los niños inmigrantes que no están acompañados de ningún adulto y pasan a estar bajo la tutela de la Xunta. Cuando cumplen la mayoría de edad es obligatorio regularizar su situación pero el Defensor del Pueblo ha denunciado la demora de la Administración en tramitar los permisos de estos jóvenes, lo que provoca que terminan saliendo a la calle con 18 años sin tener los papeles en regla.
Encontrarse en situación ilegal, sin embargo, no significa que no estén trabajando. Sindicatos como Comisiones o UGT, que atienden a este colectivo, advierten que la mayoría de los inmigrantes sin papeles están empleados de forma irregular o bien viven de la venta ambulante. Su problema es que no disponen de un contrato de trabajo y eso les impide regularizar su situación.
La mayor bolsa de inmigración ilegal se encuentra en Pontevedra. De hecho casi la mitad de los extranjeros sin papeles reside en esta provincia –un total de 9.595–.
Según las cifras del padrón, a 1 de enero de 2009, el mayor número de extranjeros de Galicia reside los municipios pontevedreses, un total de 39.485. Sin embargo, los registros del Ministerio de Trabajo sobre inmigrantes con permiso de residencia reducen la cifra de inmigrantes regularizados en esta provincia a 29.890 y sitúan a A Coruña a la cabeza, con 32.152 ciudadanos con el permiso en vigor.
La cifra de ilegales en la provincia coruñesa ronda los 5.800. Mientras, en Ourense habría, al menos, 2.777 sin papeles y en Lugo unos 2.800.
Para empadronarse no es necesario contar con permiso de residencia, por esa razón las cifras del padrón municipal son las que más se acercan al número real de extranjeros que hay viviendo en Galicia. Según los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística, el total de inmigrantes que reside en la comunidad autónoma supera los 106.000. A pesar de la crisis, este censo se ha incrementado con respecto al pasado año en 11.000 personas.
Es, sin embargo, una tendencia general en todo el territorio español. En España hay empadronados 5,6 millones de extranjeros, 400.000 más que el último año.
Galicia es la sexta comunidad autónoma con menos población inmigrante, por detrás de Asturias, Cantabria, Extremadura y Navarra.
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