La picaresca es un género literario genuinamente español que refleja una realidad: la de aguzar el ingenio para vivir fuera de la legalidad. Una situación que se intensifica en las situaciones de crisis económica, como la que actualmente esta viviendo España. Todo ello tiene su reflejo en el mercado laboral y así los sindicatos malagueños denuncian que la economía sumergida ha repuntado en la provincia, especialmente en esta época estival. Los empresarios añaden otro factor a este hecho: el Gobierno central aumentó la presión fiscal -en julio subió el tipo impositivo del IVA- lo cual empuja a algunos emprendedores a la competencia desleal.
«En Málaga hay actualmente casi 170.000 parados y unos 40.000 que ya no cobran ninguna prestación, ni siquiera la ayuda de los 420 euros. Y en esta situación no hay un estallido social ¿por qué? Por la economía sumergida», asegura el secretario provincial de Comisiones Obreras en Málaga, Antonio Herrera.
En el mes de marzo, un informe del Ministerio de Economía y Hacienda recogía que la crisis y las dificultades económicas dispararon la tasa de economía sumergida en Málaga hasta el 22,5% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que suponía que alrededor de 6.099 millones de euros anuales escapan al control del fisco en la provincia. Lo últimos datos aportados por los sindicatos mayoritarios -CC OO y UGT- actualizan estas cifras y revelan que la economía ilegal representa ya casi un tercio del PIB provincial y que si en años anteriores, en los tres meses de verano (de julio a septiembre), había unos 8.000 trabajadores en la economía sumergida, en el presente año esta cantidad se ha triplicado.
«El que está en la economía sumergida no es un empresario, es un pirata con el parche en el ojo y un garfio», afirma el vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara. En su análisis, el dirigente empresarial alerta de que la crisis y el aumento del IVA han originado que la economía sumergida sea mayor y, con ello, «la competencia desleal» con aquellos empresarios legalizados y que con «gallardía y rigor» siguen apostando por mantener sus negocios y generar empleo.
Radiografía
Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la radiografía del mercado laboral estival en la provincia. Un periodo que comenzó en la provincia con 169.153 parados (86.319 hombres y 82.834 mujeres) inscritos en las listas públicas de demanda de empleo a finales de junio. Las previsiones de sindicatos y empresarios es que el comportamiento durante este verano se va a mover en los mismos parámetros que el pasado año, cuando entre julio y septiembre se firmaron 137.911 contratos, o con repuntes mínimos, dependiendo del sector.
Los sindicatos, por su parte, son menos optimistas y aventuran que en el presente verano no se harán más de 130.000 contratos. «El verano no va a ser un alivio para el empleo», apostilla José Antonio Sedano, responsable de la federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego del sindicato UGT Málaga.
Los servicios volverán a capitalizar el mayor número de contrataciones como corresponde a la temporada alta turística. «Si se cumplen las previsiones de ocupación turística éste puede ser un verano razonablemente bueno», indica González de Lara. Por su parte, los empresarios de playa, por boca de su presidente, Manuel Villafaina, indicaron que las contrataciones en este 2010 se mantienen en los niveles de hace un año, dando, por tanto, empleo a unas 20.000 personas en esta temporada alta.
El presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, argumenta que los turistas están reservando a última hora por lo que las contrataciones están dependiendo mucho de esta circunstancia, aunque añade que el repunte, si lo hay, será mínimo.
Algo mejor, a tenor de los datos facilitados, se está comportando la hostelería. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), Rafael Prado, señaló que las contrataciones han aumentado una media de un 5%, pero, a renglón seguido, advierte: «Esto es coyuntural, a finales de septiembre o principios de octubre esto dará otro bajón. Hay muy poco movimiento y estamos todos muy reservones».
Los sindicatos, por su parte, recuerdan que al empleo veraniego lo define su carácter temporal, su corta duración, su precariedad y que facilita la economía sumergida. «El periodo estival no nos soluciona nuestros problemas de empleo. Los datos de nuestros estudios anuales demuestran que en los últimos cinco años, durante el verano, el desempleo ha ido aumentando una media del 5,7%», manifestó Herrera.
José Antonio Sedano añadió que otro fenómeno que se está produciendo este verano es que si antes las contrataciones eventuales para los fijos-discontinuos era de seis meses, ahora se ha reducido a tres. Además, dijo: «El panorama no es muy halagüeño porque ya hay empresas del sector servicios que están planteando ERE temporales para el invierno».
Una de las características que define estas contrataciones, según confirman sindicatos y empresarios, es que se está produciendo el denominado efecto retorno: trabajadores del sector servicios que, al calor del 'boom' del ladrillo, dejaron su empleo para trabajar en la construcción, donde encontraron unos salarios más altos y unas condiciones de trabajo en las que, por ejemplo, no tenían que trabajar en domingos y festivos, y que ahora, con el estallido de la burbuja inmobiliaria regresan a sus antiguos oficios. Este hecho, además, lleva aparejado la bajada en la demanda de mano de obra inmigrante que había ocupado esos puestos de trabajo así como la llegada de españoles de otra provincias que llegaron a Málaga durante los días de vino y rosas.
«El efecto retorno se está produciendo en dos vías: hacia la agricultura y hacia los servicios. Sin embargo, ambos sectores no pueden absorber toda la mano de obra procedente de la construcción», apunta Herrera, quien añade que la actual situación hace necesario una apuesta clara, por parte de las administraciones, por la inversión pública y por el cambio del modelo productivo.
En cuanto a las retribuciones de los trabajadores, los salarios en la provincia en este verano se están moviendo también en los mismos parámetros que en años anteriores ya que los convenios colectivos de la mayoría de los sectores siguen vigentes y son muy claros en este aspecto concreto.
Tanto los representantes sindicales como empresariales coinciden en señalar que los tiempos son difíciles y que la situación es grave y que está circunstancia esta marcando esta realidad.
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