La afirmación de ZP "estudiar es trabajar para el país" sienta mal a medios, sindicatos, asociaciones y empresas

Desde el referente juvenil del PCE, las declaraciones a Tercera Información han sido contundentes: «todas las palabras y acciones del Ejecutivo Zapatero, no hacen más que animar a los jóvenes trabajadores y estudiantes a parar el país el 29 de septiembre».

José León, secretario general de la Unión de Juventudes Comunistas de España contaba a este medio: «Es una ironía que Rodríguez Zapatero haga estas declaraciones al mismo tiempo que preside el gobierno donde se ha producido la mayor ofensiva contra los derechos de la clase trabajadora y contra las universidades públicas españolas con la implantación del proceso de Bolonia». «Este gobierno justifica la absoluta precariedad laboral y estudiantil, cuando debería preocuparse por dejar de acosar a trabajadores y trabajadoras con medidas absolutamente antisociales adoptadas en defensa de la “dictadura de los mercados". Haciendo estas declaraciones evidencia no haberse enterado de que más del cuarenta por ciento de los jóvenes está en paro mientras que el 91% de los contratos que firman son temporales...». «La estrategia del Gobierno criminaliza a los parados por su supuesta falta de formación, mientras sigue sin señalar a los verdaderos culpables de la crisis».

En su visita a Noruega (que tiene una tasa de desempleo, según los datos oficiales, del 3,8%), y aunque el tema del paro nos esté volviendo insensibles, el discurso de Zapatero ha vuelto a sorprender a todos con fuerte consistencia, no sólo por equiparar el estudio con el trabajo, sino por no tratar en absoluto la reforma laboral, aunque sí las pensiones, o defender sui generis y de manera indeterminada a la "formación", así como por culpar a quienes contabilizan el paro incluyendo a las personas que actualmente están realizando estudios.

Una «nueva mirada», denominaba, que en realidad pretende es reducir tramposamente el número de parados en España, cuya cifra (oficial) ya se aproxima a los cinco millones de personas.

Las formas verbales en condicional que Zapatero mostraba en el Foro de Oslo («los cambios en la fiscalidad que podrían incluirse») se contradicen, a escala desorbitada, con la campaña de 2004 por la que el partido ganó las elecciones: «Por el pleno empleo».

CGT también ha tenido algunas palabras para nosotros, considerando las declaraciones como «una manipulación más del Presidente del Gobierno sobre la grave situación social del desempleo en el Estado Español». «Zapatero se inventa nuevos conceptos, pretendiendo de esta manera engañar a la ciudadanía, con el fin de rebajar la alarmante tasa de paro del 20%, casi cuatro millones de personas, record en la Unión Europea».

«Cada vez hay más motivos para que las personas trabajadoras y sectores populares participen activamente en la Huelga General convocada para el 29 de septiembre».

Javier Peña, director de portalparados, también nos ha dejado algunas palabras: «Si verdaderamente el parado que está realizando un curso de formación, está trabajando para el país, debería cobrar un salario digno por hacerlo si no tiene prestación o subsidio. Me parece jugar a la ceremonia de la confusión decir tal cosa porque muy pocos desempleados reciben una remuneración por realizarlos, en el mejor de los casos pueden percibir 300-400 euros, una cantidad que desde luego no permite subsistir a nadie». «A efectos prácticos, me da la impresión que esa frase esconde una novedosa forma de decir que el paro no es un problema tan grave en España como se pinta. Ya se deben haber cansado de insinuar que los desempleados no aceptan ofertas de trabajo o cursos de formación, dando a entender que muchos de ellos están en la economía sumergida y ahora parece que cambian la estrategia». A lo que añade: «Es una teoría absurda que, pretenda lo que pretenda, no conduce a ninguna parte, desde luego no a solucionar el problema de las millones de personas que lo que quieren es trabajar de verdad. La formación es importantísima cuando se está en el paro, la posibilidad de reciclarse una necesidad para muchos sectores, como los que provienen de la construcción, pero los actuales cursos no cumplen en general todas estas premisas».

La diputada de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, ha acusado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «faltar al respeto a los parados, que viven en un drama social», y que esta «ocurrencia sobre el desempleo demuestra su incapacidad y falta de crédito», propias de una «charleta», más que de un discurso ante el FMI y el OIT.

En realidad, Zapatero no ha sido tan vulgar durante todo su discurso: expresandose para con los intereses del FMI, la cosa cambió, y hablaba de «fortalecer preventivamente los requerimientos a las entidades financieras de capital es actuar con sensatez».

Poco a poco a lo largo de la jornada del día 13, los diferentes colectivos han ido plasmando al unísono en sus respectivos medios informativos el impacto causado por semejantes declaraciones, siendo a media tarde uno de los principales titulares de la prensa nacional. Y no precisamente por la relevancia del discurso, sino por lo fácilmente utilizable que ha resultado para muchos, nuevamente, atacar a Zapatero con sus propias palabras.

Sin embargo, la campaña de desprestigio de la Huelga General del próximo 29 de septiembre por parte de las grandes empresas informativas, seguramente hagan sombra en los próximos días a declaraciones como estas, por duras que sean para la sociedad.

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