| elmundo.es
Los poderosos sindicatos franceses esperan movilizar a millones de manifestantes el sábado para tomarse las calles en una protesta nacional contra el plan del presidente Nicolas Sarkozy para postergar la edad de jubilación.
El país ya ha soportado cuatro días consecutivos de huelgas por la impopular reforma del Gobierno al sistema de pensiones, lo que ha hecho disminuir el suministro de combustible, ha cancelado vuelos y ha reducido los servicios del ferrocarril.
El Gobierno está decidido a seguir adelante con la ley, diciendo que es la única manera de reducir un creciente déficit de 32.000 millones de euros anuales que alcanzará los 50.000 millones de euros en el 2020.
Líderes sindicales quieren llevar suficientes personas a las calles del país como para hacer que el Gobierno vuelva a plantearse la solución, a la vez que las huelgas en curso significan que Francia continuará afectada por las interrupciones a los viajes durante el fin de semana.
El Gobierno y los sindicatos estarán atentos a la participación en busca de indicios de la fuerza de la protesta. Los sindicatos dicen que las manifestaciones del martes atrajeron a 3,5 millones de personas a las calles -el ministerio del Interior estimó la cifra en 1,23 millones.
Las redes de ferrocarriles se verán afectadas el sábado, al igual que muchos viajes aéreos, luego de que trabajadores del aeropuerto Orly de París dejaron en tierra algunos vuelos de Air France hacia afuera de la capital.
Protestas estudiantiles
La principal preocupación del Gobierno para el fin de semana es que los estudiantes se vuelva violentos. La policía antidisturbios utilizó gas lacrimógenos el viernes para dispersar a multitudes en la ciudad de Lyon. Decenas de estudiantes fueron arrestados en todo el país y varios policías resultaron heridos.
En otra señal de la creciente fuerza que gana la postura de evitar el aumento de la edad de retiro de 60 a 62 años, los conductores de camiones -los pesos pesados de las protestas en Francia debido a su capacidad para cerrar los caminos- también han atendido el llamado para sumarse a la acción.
Maxime Dumont, líder de la sección de camiones del sindicato CFDT, dijo que los conductores podrían bloquear los depósitos de combustible, las refinerías y las bodegas de alimentos, cerrar los caminos o conducir lentamente por ellos.
"En el sector de transportes nosotros podemos hacer un poco más para ayudar a los trabajadores. Nos vamos a sumar al movimiento para que el Gobierno ceda", dijo Dumont.
Francia tiene una larga tradición de revertir las propuestas impopulares del Gobierno a través de las protestas callejeras, aunque analistas creen que el pueblo francés poco a poco se está dando cuenta de que aumentar la edad de jubilación para ajustarse a otros países europeos es inevitable.
Los poderosos sindicatos franceses esperan movilizar a millones de manifestantes el sábado para tomarse las calles en una protesta nacional contra el plan del presidente Nicolas Sarkozy para postergar la edad de jubilación.
El país ya ha soportado cuatro días consecutivos de huelgas por la impopular reforma del Gobierno al sistema de pensiones, lo que ha hecho disminuir el suministro de combustible, ha cancelado vuelos y ha reducido los servicios del ferrocarril.
El Gobierno está decidido a seguir adelante con la ley, diciendo que es la única manera de reducir un creciente déficit de 32.000 millones de euros anuales que alcanzará los 50.000 millones de euros en el 2020.
Líderes sindicales quieren llevar suficientes personas a las calles del país como para hacer que el Gobierno vuelva a plantearse la solución, a la vez que las huelgas en curso significan que Francia continuará afectada por las interrupciones a los viajes durante el fin de semana.
El Gobierno y los sindicatos estarán atentos a la participación en busca de indicios de la fuerza de la protesta. Los sindicatos dicen que las manifestaciones del martes atrajeron a 3,5 millones de personas a las calles -el ministerio del Interior estimó la cifra en 1,23 millones.
Las redes de ferrocarriles se verán afectadas el sábado, al igual que muchos viajes aéreos, luego de que trabajadores del aeropuerto Orly de París dejaron en tierra algunos vuelos de Air France hacia afuera de la capital.
Protestas estudiantiles
La principal preocupación del Gobierno para el fin de semana es que los estudiantes se vuelva violentos. La policía antidisturbios utilizó gas lacrimógenos el viernes para dispersar a multitudes en la ciudad de Lyon. Decenas de estudiantes fueron arrestados en todo el país y varios policías resultaron heridos.
En otra señal de la creciente fuerza que gana la postura de evitar el aumento de la edad de retiro de 60 a 62 años, los conductores de camiones -los pesos pesados de las protestas en Francia debido a su capacidad para cerrar los caminos- también han atendido el llamado para sumarse a la acción.
Maxime Dumont, líder de la sección de camiones del sindicato CFDT, dijo que los conductores podrían bloquear los depósitos de combustible, las refinerías y las bodegas de alimentos, cerrar los caminos o conducir lentamente por ellos.
"En el sector de transportes nosotros podemos hacer un poco más para ayudar a los trabajadores. Nos vamos a sumar al movimiento para que el Gobierno ceda", dijo Dumont.
Francia tiene una larga tradición de revertir las propuestas impopulares del Gobierno a través de las protestas callejeras, aunque analistas creen que el pueblo francés poco a poco se está dando cuenta de que aumentar la edad de jubilación para ajustarse a otros países europeos es inevitable.
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