El Comercio
Cerca del 30% de las inmigrantes residentes en Avilés han cursado estudios de Bachillerato, un 20% o titulaciones universitarias, un 9%. En el caso de los hombres, los porcentajes bajan a la mitad, al registrarse un 10% de bachilleres y un 4% de universitarios.
Esos datos forman parte del Diagnóstico de la Inmigración en Avilés, que ayer fue presentado en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones de El Arbolón por la concejala de Bienestar Social, Yolanda Alonso, y la directora de la organización especializada en inmigración ACCEM, Julia Fernández-Quintanilla.
«El estudio pretende ir más allá del aspecto cuantitativo de la población inmigrante y analizar también aspectos cualitativos, de cómo son los extranjeros que viven en Avilés», indicó la edil socialista momentos antes del inicio del acto.
Así, con ese «diagnóstico» se trataría de ofrecer las políticas más adecuadas para favorecer la integración de los inmigrantes. En ese sentido, Alonso recordó la especial relación histórica de Avilés con los flujos migratorios, «primero con la población que de aquí se fue a América, y luego a partir de los años cincuenta, con los flujos de inmigración de personas llegadas de otros puntos de España».
Recursos «normalizados»
Esa experiencia, indicó, unida al hecho de que la población extranjera tiene un peso contenido -son el 4,2%-, en el total de los empadronados en Avilés, permite ofrecer una atención adecuada a los inmigrantes. Eso sí, aseveró Yolanda Alonso, siempre dentro de los servicios «normalizados». Es decir, «no se trata de crear políticas específicas para la población inmigrante», sino que se favorezca su integración con fórmulas que les trate en igualdad de condiciones con el resto de la población.
En el diagnóstico dado a conocer ayer se analizan, con esos fines, aspectos como el nivel formativo y la experiencia laboral de los 3.540 inmigrantes extranjeros de Avilés. Así se observa que si bien un 33% de las mujeres son bachilleres o tituladas universitarias o de formación profesional, muy pocas han podido desarrollar la actividad para la que están preparadas. De hecho, el 80% de las mujeres han trabajado en el servicio doméstico, y un 40% tienen experiencia en la hostelería.
En el caso de los hombres, que por norma general tienen un nivel de estudios más bajo, sus principales actividades profesionales han sido en la construcción (un 40% de ellos han trabajado en este sector), el agrario (un 31%) o la pesca (un 14%).
El análisis que expuso la directora de ACCEM, se centra en la realidad de la población inmigrante avilesina en 2010, y ofrece datos tan demoledores como el hecho de que el 43% de las mujeres y el 33% de los hombres están inactivos. Que a ello se suma que un 21% de mujeres y un 15% de hombres lleva menos de un año en paro y que un 16% de los hombres y un 9% de las mujeres están trabajando de forma irregular.
Estos últimos porcentajes llevan a otros datos que ponen en evidencia la dureza de la situación que vive buena parte de los extranjeros residentes en Avilés. Así, el 11% de las mujeres y el 13% de los hombres recurren a la mendicidad para lograr ingresos. Además, un 21% de los hombres y un 18% de las mujeres trabajan, pero sin que tengan el correspondiente contrato laboral.
Datos como esos llevan a ACCEM a identificar hasta seis perfiles distintos en este sector de la población a los que tiene que atender de distinta manera la Administración.
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