- Libre Mercado -
España e Italia tendrán que acometer nuevas medidas de ajuste si quieren que sus socios de la UE se comprometan en su ayuda. Según el borrador de conclusiones del Consejo Europeo del próximo domingo, estos dos países podrían verse obligados a presentar nuevas medidas de ajuste.
Aunque el documento definitivo no se hará público -como es lógico- hasta después de la Cumbre de este fin de semana entre los líderes de la UE, ya circulan los esquemas en los que están trabajando las delegaciones. De hecho, este jueves se filtró el borrador que se maneja en la actualidad y en el mismo se incluye una referencia a los "esfuerzos adicionales" que deben hacer los "países en dificultades" para cumplir con los objetivos de déficit. El documento cita, aunque en una mención aparte y entre corchetes, a España e Italia.
Evidentemente, nada de esto es oficial. Los mandatarios siguen defendiendo que la negociación continúa abierta y que el documento filtrado es sólo un borrador. Pero el hecho de que incluya una mención explícita a nuevos recortes y que aparezcan los nombres de España e Italia indica que la intención de varios gobiernos es señalar directamente a estos dos países y obligarles a presentar nuevas medidas de ajsute. Según el Financial Times Detschland, fuentes comunitarias dan por sentado que habrá referencia a Madrid y Roma. El texto, incluso, da "la bienvenida a los compromisos específicos hechos por Italia y España", aunque no especifica si se trata de ajustes ya anunciados o nuevos que puedan presentarse en el marco de la cumbre.
En los 'papeles'
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, mientras tanto, lucha contrarreloj para evitar que el nombre de España aparezca en los papeles. De esta manera, Elena Salgado ha negado este viernes a su llegada al Eurogrupo que se vayan a tomar nuevas medidas de ajuste.
"No, en absoluto. Nosotros ya hemos adoptado muchas medidas desde la reforma de la Constitución", aseguró Salgado a su llegada al Eurogrupo. "Hemos aprobado un decreto ley que evita que haya repercusión sobre el déficit en el caso de la reestructuración del sistema financiero, hemos aprobado un acuerdo de no disponibilidad de 650 millones de euros, hemos publicado los planes de equilibrio de las comunidades autónomas", enumeró.
Frente a esta postura, el Gobierno de Angela Merkel parece decidido a no salir de Bruselas sin una hoja de ruta detallada de cómo piensan Madrid y Roma contener sus cuentas. El problema fundamental es que se empieza a asumir que ninguno de los dos países logrará ajustarse al objetivo de déficit marcado para este año. En el caso de España, el compromiso era reducir los números rojos hasta el 6% del PIB. Las últimas estimaciones oficiales ya hablan del 6,2% y extraoficialmente se manejan cifras que van del 7 al 8%.
El incumplimiento de Grecia
Alemania no quiere tener un nuevo caso como el de Grecia. Cuando a comienzos de 2010 se entregó el primer tramo del rescate al Gobierno heleno, éste se comprometió a hacer los ajustes que fueran necesarios para reducir su déficit hasta el 7,6%, pero ya ha reconocido que en el mejor de los casos subirá al 8,5% y probablemente rozará el 10%. Para evitar otra situación igual, Merkel quiere que Italia y Madrid se comprometan a un plan de ajuste claro y preciso.
De hecho, las últimas noticias son especialmente preocupantes. Según los datos recopilados por Andrew Garthwaite, analista de Credit Suisse, en los seis primeros meses del año, el déficit español se acercaba al 9% del PIB (en términos anualizados), frente al 6% previsto por el Gobierno. Esto querría decir que sería necesario un ajuste extra de unos 30.000 millones de euros para cerrar el ejercicio en el objetivo previsto.
España e Italia tendrán que acometer nuevas medidas de ajuste si quieren que sus socios de la UE se comprometan en su ayuda. Según el borrador de conclusiones del Consejo Europeo del próximo domingo, estos dos países podrían verse obligados a presentar nuevas medidas de ajuste.
Aunque el documento definitivo no se hará público -como es lógico- hasta después de la Cumbre de este fin de semana entre los líderes de la UE, ya circulan los esquemas en los que están trabajando las delegaciones. De hecho, este jueves se filtró el borrador que se maneja en la actualidad y en el mismo se incluye una referencia a los "esfuerzos adicionales" que deben hacer los "países en dificultades" para cumplir con los objetivos de déficit. El documento cita, aunque en una mención aparte y entre corchetes, a España e Italia.
Evidentemente, nada de esto es oficial. Los mandatarios siguen defendiendo que la negociación continúa abierta y que el documento filtrado es sólo un borrador. Pero el hecho de que incluya una mención explícita a nuevos recortes y que aparezcan los nombres de España e Italia indica que la intención de varios gobiernos es señalar directamente a estos dos países y obligarles a presentar nuevas medidas de ajsute. Según el Financial Times Detschland, fuentes comunitarias dan por sentado que habrá referencia a Madrid y Roma. El texto, incluso, da "la bienvenida a los compromisos específicos hechos por Italia y España", aunque no especifica si se trata de ajustes ya anunciados o nuevos que puedan presentarse en el marco de la cumbre.
En los 'papeles'
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, mientras tanto, lucha contrarreloj para evitar que el nombre de España aparezca en los papeles. De esta manera, Elena Salgado ha negado este viernes a su llegada al Eurogrupo que se vayan a tomar nuevas medidas de ajuste.
"No, en absoluto. Nosotros ya hemos adoptado muchas medidas desde la reforma de la Constitución", aseguró Salgado a su llegada al Eurogrupo. "Hemos aprobado un decreto ley que evita que haya repercusión sobre el déficit en el caso de la reestructuración del sistema financiero, hemos aprobado un acuerdo de no disponibilidad de 650 millones de euros, hemos publicado los planes de equilibrio de las comunidades autónomas", enumeró.
Frente a esta postura, el Gobierno de Angela Merkel parece decidido a no salir de Bruselas sin una hoja de ruta detallada de cómo piensan Madrid y Roma contener sus cuentas. El problema fundamental es que se empieza a asumir que ninguno de los dos países logrará ajustarse al objetivo de déficit marcado para este año. En el caso de España, el compromiso era reducir los números rojos hasta el 6% del PIB. Las últimas estimaciones oficiales ya hablan del 6,2% y extraoficialmente se manejan cifras que van del 7 al 8%.
El incumplimiento de Grecia
Alemania no quiere tener un nuevo caso como el de Grecia. Cuando a comienzos de 2010 se entregó el primer tramo del rescate al Gobierno heleno, éste se comprometió a hacer los ajustes que fueran necesarios para reducir su déficit hasta el 7,6%, pero ya ha reconocido que en el mejor de los casos subirá al 8,5% y probablemente rozará el 10%. Para evitar otra situación igual, Merkel quiere que Italia y Madrid se comprometan a un plan de ajuste claro y preciso.
De hecho, las últimas noticias son especialmente preocupantes. Según los datos recopilados por Andrew Garthwaite, analista de Credit Suisse, en los seis primeros meses del año, el déficit español se acercaba al 9% del PIB (en términos anualizados), frente al 6% previsto por el Gobierno. Esto querría decir que sería necesario un ajuste extra de unos 30.000 millones de euros para cerrar el ejercicio en el objetivo previsto.
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