| elmundo.es |
Otra vez la inmigración. El debate sobre los extranjeros lleva años monopolizando las campañas electorales suizas y las elecciones generales de este domingo no son una excepción. Todo lo contrario. Las encuestas auguran una cómoda mayoría parlamentaria para la coalición derechista liderada por la Unión Democrática de Centro (UDC), protagonista de una propaganda electoral cada vez más polémica.
El partido de Cristoph Blocher saltó a la fama en toda Europa en 2007, cuando llenó el país alpino de carteles que mostraban a unas ovejas blancas expulsar a otra negra del territorio suizo. Dos años después, el UDC volvió a la carga dibujando los minaretes de las mezquitas helvéticas con forma de misiles. Y ahora el protagonismo se lo lleva un cartel que muestra unas botas negras pisando la bandera suiza, junto a un eslogan que pide "detener la inmigración masiva".
La estrategia de la UDC parece funcionar. En 2009 triunfó con un referéndum que avabó prohibiendo la construcción de minaretes. Dos años antes el partido derechista ya se había afianzado como primera formación suiza, logrando el 28,9% de los votos. El último sondeo antes de los comicios de este domingo indica que los de Blocher mejorarán este resultado y llegarán hasta el 67% junto con sus aliados.
Un triunfo tras otro
Y es que, mientras el resto de Europa debate sobre cómo salir de la crisis económica, en Suiza la inmigración sigue siendo la primera preocupación de los ciudadanos. "La frustración es muy grande", sentencia Silvia Bär, vicesecretaria general de la UDC: "Hay demasiada gente que llega de la UE y, sobre todo, de Alemania. Ya no se trata sólo de profesores o químicos, sino de cualquiera que tenga una licenciatura".
La Unión Democrática de Centro anunció recientemente que ya ha recogido las 100.000 firmas necesarias para que se celebre un referéndum con el objetivo de revocar los acuerdos de libre circulación con la Unión Europea. Puede que sea sólo un intento para captar aún más votos antes de las elecciones, pero si la iniciativa prosperara significaría la vuelta a un sistema de cuotas para los inmigrantes de los Veintisiete.
En la UDC rechazan toda acusación de racismo. De hecho, aseguran que hablan de inmigración precisamente para evitar que la xenofobia se haga un hueco en la sociedad suiza. Un discurso que ha permitido a este partido cosechar un triunfo electoral tras otro y convertirse en la más exitosa formación de ultraderecha en Europa. Tanto que hoy tiene una ventaja de más de 10 puntos sobre el Partido Socialista, en segunda posición según los sondeos.
El multimillonario Blocher ya ha cedido el mando al joven granjero Toni Brunner, pero eso no ha impedido que la UDC siga siendo el partido que más dinero ha invertido en publicidad en esta campaña electoral. Nada menos que el 70% del dinero utilizado por el conjunto de las formaciones suizas, en un país donde no existe financiación pública para los políticos ni límites de gasto.
Mientras muchos ciudadanos helvéticos ya están votando por correo, el grupo Acción Antifascista ha decidido pasar precisamente a la acción, secuestrando 'Zottel', la mascota de la UDC. Se trata de una pequeña cabra blanca que apareció unos días después atada a un árbol. Eso sí, teñida de negro.
Otra vez la inmigración. El debate sobre los extranjeros lleva años monopolizando las campañas electorales suizas y las elecciones generales de este domingo no son una excepción. Todo lo contrario. Las encuestas auguran una cómoda mayoría parlamentaria para la coalición derechista liderada por la Unión Democrática de Centro (UDC), protagonista de una propaganda electoral cada vez más polémica.
El partido de Cristoph Blocher saltó a la fama en toda Europa en 2007, cuando llenó el país alpino de carteles que mostraban a unas ovejas blancas expulsar a otra negra del territorio suizo. Dos años después, el UDC volvió a la carga dibujando los minaretes de las mezquitas helvéticas con forma de misiles. Y ahora el protagonismo se lo lleva un cartel que muestra unas botas negras pisando la bandera suiza, junto a un eslogan que pide "detener la inmigración masiva".
La estrategia de la UDC parece funcionar. En 2009 triunfó con un referéndum que avabó prohibiendo la construcción de minaretes. Dos años antes el partido derechista ya se había afianzado como primera formación suiza, logrando el 28,9% de los votos. El último sondeo antes de los comicios de este domingo indica que los de Blocher mejorarán este resultado y llegarán hasta el 67% junto con sus aliados.
Un triunfo tras otro
Y es que, mientras el resto de Europa debate sobre cómo salir de la crisis económica, en Suiza la inmigración sigue siendo la primera preocupación de los ciudadanos. "La frustración es muy grande", sentencia Silvia Bär, vicesecretaria general de la UDC: "Hay demasiada gente que llega de la UE y, sobre todo, de Alemania. Ya no se trata sólo de profesores o químicos, sino de cualquiera que tenga una licenciatura".
La Unión Democrática de Centro anunció recientemente que ya ha recogido las 100.000 firmas necesarias para que se celebre un referéndum con el objetivo de revocar los acuerdos de libre circulación con la Unión Europea. Puede que sea sólo un intento para captar aún más votos antes de las elecciones, pero si la iniciativa prosperara significaría la vuelta a un sistema de cuotas para los inmigrantes de los Veintisiete.
En la UDC rechazan toda acusación de racismo. De hecho, aseguran que hablan de inmigración precisamente para evitar que la xenofobia se haga un hueco en la sociedad suiza. Un discurso que ha permitido a este partido cosechar un triunfo electoral tras otro y convertirse en la más exitosa formación de ultraderecha en Europa. Tanto que hoy tiene una ventaja de más de 10 puntos sobre el Partido Socialista, en segunda posición según los sondeos.
El multimillonario Blocher ya ha cedido el mando al joven granjero Toni Brunner, pero eso no ha impedido que la UDC siga siendo el partido que más dinero ha invertido en publicidad en esta campaña electoral. Nada menos que el 70% del dinero utilizado por el conjunto de las formaciones suizas, en un país donde no existe financiación pública para los políticos ni límites de gasto.
Mientras muchos ciudadanos helvéticos ya están votando por correo, el grupo Acción Antifascista ha decidido pasar precisamente a la acción, secuestrando 'Zottel', la mascota de la UDC. Se trata de una pequeña cabra blanca que apareció unos días después atada a un árbol. Eso sí, teñida de negro.
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