De ser expulsado de España y repatriado a Marruecos, a quedar postrado en una silla de ruedas. Ésa es la historia de Abdellah El Asli, un inmigrante que trae de cabeza a la Policía Nacional. Los hechos sucedieron el pasado 1 de marzo en una Comisaría de Guadalajara.
La investigación se ha tratado de llevar a nivel local aunque el carácter de los hechos lo han convertido en asunto nacional. A tenor de los informes policiales, que están en el juzgado de instrucción número 4 de Guadalajara, no hubo ninguna agresión al joven, sobre el que pesaba una orden de expulsión de España desde mayo de 2011.
En ese sentido el subdelegado del Gobierno en Guadalajara, Juan Pablo Sánchez, relata que el detenido podría haberse lesionado con el objetivo de evitar su extradición a Marruecos.
"Todo indica que la policía actuó de manera completamente correcta e hicieron todo el proceso de acuerdo con el protocolo establecido. Tengo la máxima confianza en los Cuerpos de Seguridad del Estado", ha asegurado Sánchez.
A su favor cuentan unos supuestos testigos oculares que apoyarían su versión. Sin embargo, el perceptivo atestado que se puso en conocimiento del juzgado de guardia se abrió dentro de las dependencias policiales por lo que las sospechas de un encubrimiento por agentes del Cuerpo cobran fuerza.
En ese sentido el caso fue silenciado hasta que el colectivo marroquí de Guadalajara lo puso en conocimiento de UPyD para tramitar su traslado al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo para ser tratado de una lesión medular a nivel cervical. Según el líder de la formación magenta en Guadalajara el inmigrante fue "abandonado en el centro hospitalario y sin que nadie hubiera dado explicaciones sobre lo que había ocurrido".
Fuente:Yahoo noticias
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