La mayoría de los españoles observa a los inmigrantes con respeto, pero también con mucha distancia. Menos del 25% aseguran que 'conviven' con ellos, es decir, mantienen relaciones interculturales, contacto fluido o amistad con algún inmigrante; el resto solo 'coexiste'. Esta es la principal conclusión del informe que la obra social de La Caixa presentó este jueves en Barcelona, después de realizar más de 9.000 entrevistas a españoles y a extranjeros que residen en zonas con «una compleja diversidad derivada de los procesos migratorios».
Abiertamente hostil hacia la inmigración, y sobre todo a la musulmana, se declara el 16% de los españoles. Una franja de población concreta muestra un especial rechazo a lo foráneo: «los mayores de 65 años que fueron emigrantes dentro del territorio nacional y que viven la nueva migración extranjera con mucha inquietud», explica el profesor Carlos Giménez, catedrático de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid.
La explicación tiene que ver con motivos sociológicos, y también psicológicos. «Los miembros de este grupo no se ven a sí mismo como inmigrntes, pero tampoco han alcanzado la plenitud de los objetivos vitales que tenían al emigrar y ven a los extranjeros como una amenaza», concreta Giménez. Por eso, también rechazan que los inmigrantes puedan votar en los comicios municipales.
El 95% de los españoles considera que los extranjeros deben adaptarse a las costumbres del país de acogida e integrarse en la sociedad. Sin embargo, la mayoría de los nacionales valora la diversidad cultural y el 77% opina que las relaciones entre personas con distintos orígenes son «positivas y de respeto».
Fuente: Diariodenavarra.es
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