Los principales sindicatos del sector del transporte por carretera
alertan de un aumento en el número de camioneros españoles contratados
para trabajar en territorio nacional pero con contratos de países como Rumanía, Portugal y Bulgaria, donde las condiciones y los derechos laborales, así como los salarios mínimos, son sensiblemente menores que en España.
Estos contratos españoles con condiciones de Rumanía o Portugal "se llevan detectando desde hace tiempo, al menos dos años, y están generalizados en los trabajadores de estas empresas que viajan hacia o desde España. Imaginemos una empresa que fabrica motores en Chequia y los vende a España. Te da lo mismo contratar un transportista español o checo", reconoce Emilio Cardero, responsable de transporte por carretera de UGT, que a su vez señala que ya habrían denunciado ante los juzgados laborales estas situaciones. "El problema es que son países comunitarios y las compañías se atienen formalmente a la legalidad", explica.
A pesar de esta aparente legalidad, fuentes jurídicas han señalado a este diario que no se puede utilizar una empresa subsidiaria para contratar "sistemáticamente" a empleados más baratos. "Un trabajador en esta situación podría demandar a la empresa para la que realmente trabaja", aseguran.
¿Cómo de distintas son las condiciones laborales en estos países? Solo por comparar, el salario mínimo en España es de 752 euros al mes (en salarios de 12 pagas). En Portugal esta misma paga se reduce hasta los 565 euros mensuales, y en Rumanía apenas alcanza los 157 euros, según datos de Eurostat. "Hay una carrera en toda Europa por rebajar los costes y no por aumentar la calidad, y la empresa que rebaja costes siempre opta por reducir costes sociales", dice García Revuelta, que a su vez denuncia un proceso de "esclavizaje" que acabará por reventar el mercado.
Ahora, la crisis económica ha empujado a los camioneros españoles a tragar con estos contratos, tal como alertan fuentes sindicales, que denuncian unos altos niveles de paro y fraude en el sector. Desde el inicio de la crisis han desaparecido del mercado al menos 56.000 transportistas, según cálculos del sindicato Sinaintrasa, una reducción de casi el 10%. "Cada vez hay más empresas que cierran", asegura Emilio Cardero.
20minutos.es
En 2007 la profesión de camionero entraba en las listas de las de más difícil coberturaEstas compañías del transporte por carretera (radicadas en su mayoría en Murcia y Comunitat Valenciana, y en muchas ocasiones multinacionales) se aprovechan de la libre circulación de capitales, empresas y trabajadores para firmar estos contratos, "a todas luces ilegales", según cuenta José Belmonte, presidente del sindicato independiente Sinaintrasa. Así, contratan a empleados que realizan su trabajo en España por medio de empresas filiales rumanas, portuguesas o búlgaras, "lo que supone unas condiciones más baratas y más injustas", afirma Belmonte.
Estos contratos españoles con condiciones de Rumanía o Portugal "se llevan detectando desde hace tiempo, al menos dos años, y están generalizados en los trabajadores de estas empresas que viajan hacia o desde España. Imaginemos una empresa que fabrica motores en Chequia y los vende a España. Te da lo mismo contratar un transportista español o checo", reconoce Emilio Cardero, responsable de transporte por carretera de UGT, que a su vez señala que ya habrían denunciado ante los juzgados laborales estas situaciones. "El problema es que son países comunitarios y las compañías se atienen formalmente a la legalidad", explica.
A pesar de esta aparente legalidad, fuentes jurídicas han señalado a este diario que no se puede utilizar una empresa subsidiaria para contratar "sistemáticamente" a empleados más baratos. "Un trabajador en esta situación podría demandar a la empresa para la que realmente trabaja", aseguran.
Una profesión de "difícil cobertura"
Desde hace al menos un lustro, tal como cuentan fuentes del sector a este diario, el aumento de la competencia y la libre circulación de trabajadores y empresas habían posibilitado a los empresarios españoles a contratar cada vez más transportistas en países con condiciones salariales y laborales más bajas. "La patronal entonces dijo que había escasez de conductores, y publicó en los servicios de empleo ofertas con requisitos imposibles de cumplir por los empleados nacionales, como saber rumano o polaco", recuerda Juan Luis García Revuelta, miembro de la ejecutiva del sector de carretera de Comisiones Obreras.El salario mínimo en España es de 752 euros mensuales en 12 pagas; en Rumanía apenas llega a 157 eurosTan complicado era encontrar trabajadores con esos perfiles que (allá por 2007) la profesión entró en la lista de profesiones de difícil cobertura. Desde entonces se ha contado con la "excusa" para contar con trabajadores de aquellos países "y ha producido una sustitución de empleados que siempre son más baratos, con contratos leoninos. Son habituales sueldos de mil euros brutos sin incluir gastos de gasolina ni horas extra, que limpios no suponen ni 300 euros", explica.
¿Cómo de distintas son las condiciones laborales en estos países? Solo por comparar, el salario mínimo en España es de 752 euros al mes (en salarios de 12 pagas). En Portugal esta misma paga se reduce hasta los 565 euros mensuales, y en Rumanía apenas alcanza los 157 euros, según datos de Eurostat. "Hay una carrera en toda Europa por rebajar los costes y no por aumentar la calidad, y la empresa que rebaja costes siempre opta por reducir costes sociales", dice García Revuelta, que a su vez denuncia un proceso de "esclavizaje" que acabará por reventar el mercado.
Ahora, la crisis económica ha empujado a los camioneros españoles a tragar con estos contratos, tal como alertan fuentes sindicales, que denuncian unos altos niveles de paro y fraude en el sector. Desde el inicio de la crisis han desaparecido del mercado al menos 56.000 transportistas, según cálculos del sindicato Sinaintrasa, una reducción de casi el 10%. "Cada vez hay más empresas que cierran", asegura Emilio Cardero.
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