"Si no cuidamos la convivencia con las personas que vienen a construir
con nosotros esa crisis permanente llamada España, difícilmente podemos
exigir a otros territorios que traten de la misma forma, cómplice y
solidaria, a los españoles que van forzados a trabajar a otros lugares",
así de contundente se mostró ayer el periodista y escritor, Juan José
Téllez, en el seminario sobre Sociedad civil y ONGs: la protección de inmigrantes en tiempos de crisis.
Y
no es para menos, ya que según Téllez, inmigrantes somos todos y se
puede cuantificar como altísimo el número de jóvenes que salen de
España. Un ejemplo de ello es que desde el estallido de la crisis en
2007 se ha triplicado el número de inmigrantes en ciudades como Londres o
Berlín, entre otras.
"Hoy en día no se puede hacer diferencias
entre entre emigración e inmigración y se tiene la percepción de que
todos tienen el derecho a buscarse la vida donde puedan encontrarla",
continuó Téllez.
A partir de ese concepto construyó el ponente su conferencia, a la que llamó ¿Qué puede hacer la sociedad civil "en crisis" ante la inmigración?.
Este título, en forma de pregunta, conforma el gran interrogante para
Téllez respecto a esta gran cuestión. Para él, la respuesta debe nacer
de la solidaridad y la complicidad.
El concepto de solidaridad
tiene que ver con la tradición de la caridad cristiana, con una cuestión
asistencial, pero Téllez percibe que no se da una solidaridad en otros
ámbitos, ya que se sigue tolerando a nivel europeo que haya 11 millones
de personsas sin papeles , que no tienen derechos y tampoco deberes, que
existen en un limbo legal y social.
Para la otra gran
respuesta, la complicidad, Téllez concluyó en que hay que cambiar el
imaginario, el discurso, para cambiar la situación. Sin la complicidad
de todos, no se va a ningún lado y seguramente se vuelva al imperio del
más fuerte que es lo que está proclamando la Europa que proclama el
dogma de la inmaculada concepción del defícit, el dogma de los mercados
por encima de los estados, de los estados pagando a los bancos y de los
estados negándoles una vivienda a los ciudadanos. O se suman esfuerzos o
se terminará siendo inmigrantes en el propio país.
Uno de los
coordinadores del seminario, Michel Remi, realizó unos apuntes en dicha
ponencia e indicó que la sociedad civil en España es muy fuerte, y mucho
más en la zona del Estrecho, donde la situación se torna más dramática
con las muertes que se producen. La labor desarrolladas por las ONG es
impresionante para que este colectivo no caiga en el olvido en este
contexto de crisis.
"La situación económica del país no sólo
está afectando a España sino a otros países y provocando la merma de la
capacidad de actuación e intervención de las ONG. Les resulta difícil
atender las necesidades de una persona inmigrante y, especialmente, en
el contexto en el que incluso los locales tienen dificultades", concluyó
Remi, el cual cerrará hoy el seminario.
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