La salida de extranjeros y españoles reduce la población por tercer año consecutivo


España continúa perdiendo población por tercer año consecutivo. Todavía se va más gente de la que viene al país, pero el ritmo de pérdida de habitantes se desacelera. En cifras concretas, la población residente en España disminuyó en 72.335 personas el año pasado (un 0,16% menos) y se situó en 46.439.864 habitantes a 1 de enero de 2015. Entre 2013 y 2014 el descenso había sido del 0,46%.

La Estadística de Migraciones del INE, publicada este jueves, constata que los españoles continúan emigrando al extranjero, en un fenómeno ligado a la crisis económica. Concretamente el año pasado un total de 78.785 españoles establecieron su residencia fuera de España, mientras que 41.278 regresaron desde el extranjero (el saldo final fue negativo, de -37.507). Por sexos emigraron más los hombres españoles que las mujeres (52% frente al 48%). La mayoría tenían entre 25 y 44 años. Los principales países receptores de emigrantes españoles fueron Reino Unido (9.568 personas se marcharon allí), Francia (8.142), Ecuador (7.778) y Alemania (7.641).

Quienes se marchan a países europeos lo hacen fundamentalmente por motivos laborales (en busca de trabajo). Por otro lado, en el caso de Ecuador, el INE destaca que se trata, fundamentalmente, de población no nacida en España y niños menores de 15 años, lo que parece indicar una migración de retorno de ecuatorianos de origen que han adquirido la nacionalidad española junto a sus hijos nacidos en España. Así, de los 7.778 españoles que emigraron a Ecuador, 2.366 habían nacido en España y, de ellos, el 80,7% eran menores de 16 años. Esta circunstancia fue similar en la emigración hacia Bolivia y Colombia, que también aparecen entre los primeros puestos.

La única comunidad que tiene un saldo migratorio positivo de españoles con destino u origen extranjero es Cataluña (1.778 personas), es decir, a esta región regresaron más españoles desde el extranjero de los que se marcharon al exterior. Por el contrario, las que presentaron mayor saldo negativo fueron Madrid (-7.746 personas), Andalucía (-4.893) y Comunidad Valenciana (-4.453).

Teniendo en cuenta los datos globales, en 2014 se registró un saldo migratorio negativo de 102.309 personas (sumando españoles y extranjeros), ya que se marcharon fuera de España 409.343 personas y entraron 307.035. En el caso concreto de los extranjeros, dejaron España 330.559, por los 265.757 que llegaron (un saldo negativo de 64.802). En el caso de los españoles, emigraron un total de 78.785 y regresaron a España 41.278 personas (un saldo negativo de 37.507).

Concesión de nacionalidades

Por otro lado, durante el año pasado, la cifra del incremento de españoles fue de 156.872 personas, mientras que el número de extranjeros disminuyó en 229.207. Gran parte de este aumento de españoles y de disminución de españoles se debe principalmente al alto número de adquisición de nacionalidades españolas, que ascendió a 205.870.

El catedrático en Sociología Joaquín Arango considera este elemento, la adquisición de nacionalidades, clave en la explicación de los datos de migraciones del año 2014. "En un año normal, la cifra de naturalizaciones está en torno a los 100.000, pero el año pasado se duplicó por el plan especial de Justicia para resolver el gran atasco de nacionalidades. Sin ellas, habría hasta 50.000 españoles menos y la reducción de extranjeros hubiera sido muy pequeña".
El grupo de residentes entre los 25 y 39 años es es que más descendió el año pasado 
Por otro lado, las estadísticas muestran que la pérdida de población en España se está ralentizando: el número de residentes bajó un 0,16% durante 2014, frente al descenso del 0,46% experimentado a lo largo de 2013. "Se desacelera así el ritmo de descenso de la población", asegura el informe del INE, pero sigue el descenso poblacional por la emigración. De hecho, el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue positivo (29.974 personas) en 2014, pero el migratorio fue negativo (-102.309).

Por edad, el grupo de residentes entre los 25 y 39 años es es que más descendió el año pasado, así como el de 75 a 79 años pero por la llegada a dicha edad de generaciones más reducidas nacidas durante la Guerra Civil.

La población extranjera residente en España se redujo un 4,90% hasta situarse en los 4.447.852 personas, debido al efecto combinado de la emigración y del gran volumen de adquisiciones de la nacionalidad española. Los mayores descensos por nacionalidades, en términos absolutos, se produjeron en las poblaciones de Ecuador (con 39.711 inscritos menos), Marruecos (31.678 menos) y Colombia (bajaron en 27.703 personas).

Las nacionalidades que experimentaron un mayor flujo migratorio positivo (más inmigrantes de esa nacionalidad que emigrantes) fueron los rusos, los venezolanos y los hondureños. En el extremo contrario, Reino Unido, Portugal y Pakistán presentaron los mayores saldo negativos.

El catedrático Joaquín Arango considera que no es descabellado pensar que "cuando la economía recobre la normalidad y se recupere un crecimiento durante algún tiempo, en unos dos o tres años, el saldo migratorio puede tornarse positivo". Este experto considera que si se consolida la tendencia del fin de la crisis y no surgen nuevas recaídas, "España volverá a demandar trabajadores extranjeros, aunque solo sea por razones demográficas".

Asturias, la que más pierde; Melilla, la que más gana

La pérdida de población fue generalizada el año pasado en la mayoría de las Comunidades Autónomas. Las que más perdieron fueron Asturias (-0,87%), Castilla y León (-0,69%) y Castilla-La Mancha (-0,60%). Los mayores crecimientos relativos de población se dieron en Melilla (+0,90%), Baleares (+0.80%) y Canarias (+0,65%).

Por otro lado, las regiones con mayor saldo migratorio positivo con el exterior (llegaron más personas del extranjero que las que se marcharon) fueron Canarias (9.488 personas de saldo), Baleares (2.611) y Andalucía (2.465). Por el contrario, las que registraron mayor saldo migratorio negativo (se fueron más al extranjero de los que llegaron) son Madrid (37.789 personas), Cataluña (37.669) y Comunidad Valenciana (18.849).

En cuanto al saldo migratorio interior (personas que se marcharon de una comunidad autónoma a otra), las comunidades que registraron mayor variación positiva fueron Madrid (ganó 15.038 residentes entre los que se fueron y los que llegaron), Baleares (ganó 3.579) y País Vasco (3.447). Mientras, los mayores saldos negativos se registraron en Castilla-La Mancha (perdió 8.223), Castilla y León (-6.542) y Andalucía (-5.379).

via -elmundo.es

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