Rebelion.
Nada volverá a ser igual una vez que termine la profunda crisis económica que vivimos, también en la inmigración. Es verdad que la devastación causada por la severa recesión que atravesamos alcanza en nuestro país una dimensión inusitada, especialmente en el empleo y el conjunto de la economía, pero sus efectos sociales no deben despreciarse, particularmente en los grupos, sectores y colectivos más desfavorecidos, entre los que destacan los inmigrantes. Estamos ante la primera gran crisis que vive España con inmigrantes, y por tanto, se están dando fenómenos novedosos sobre los cuales no tenemos capacidad para contrastar experiencias, lo que va a reconfigurar una inmigración reciente como la nuestra, que no ha tenido tiempo de sedimentarse y está sometida a numerosos elementos de fragilidad. Al mismo tiempo, las políticas que de una forma más o menos explícita se están poniendo en marcha están dibujando un retroceso migratorio cuyo alcance no somos capaces de vislumbrar. [Leer más...
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