RAMIRO CANADÁ GÓMEZ
Es un hecho que Madrid ha aumentado su población de una forma radical en los últimos años. Este aumento de su población es, en su totalidad, de gente procedente de otros países, en su mayoría en vías de desarrollo (algunos incluso en una situación peor).
Demostrando poca humanidad, nos dedicamos a recalcar que el metro está 'plagado' de extranjeros o que el nivel de vida está bajando debido a la competencia que éstos producen en determinados sectores como la construcción, debido a su mayor 'conformidad' a la hora de cobrar un salario bajo. Lo que está claro es que hay gente que aún no ha asumido que la realidad social en Madrid ha cambiado como ya lo hizo en otros lugares (Francia, Inglaterra...) y que es inevitable en un mundo como este.
Colas de inmigrantes ecuatorianos en la Delegacion del Gobierno para regularizar su situacion en España. (Foto: Carlos Miralles)
Por otro lado, nuestras quejas en Madrid y en toda España van encaminadas a la deslocalización que practican algunas empresas, llevándose a Polonia, Rumanía, etc., fábricas e industrias que generaban empleo en nuestra tierra. Lo que no recibe ninguna queja es el precio ridículo de algunos artículos (como coches por 6000 euros) fabricados en esos países, que tienen como base para poder poner estos precios el bajo coste de la mano de obra.
En conclusión, si no queremos que los extranjeros nos 'invadan', pero por otro lado nos indigna el hecho de que las empresas creen riqueza en sus países de origen (lo cual frena la inmigración), lo único que me queda por pensar es que somos unos egoístas que lo único que pretendemos es vivir bien sin importarnos un carajo el vecino. Eso si, el domingo iremos a misa o echaremos una limosna en la hucha de ayuda en acción.
Tengo un par de preguntas:
- ¿Alguien se ha planteado que 'esa gente' son seres humanos?
- ¿Qué haríamos nosotros en su lugar?
7 Comentarios
Gracias hermano un saludo de otro blogger.-