¿Son fiables las cifras del paro? - Expansión.com

Marga Castillo

En España hay dos estadísticas oficiales que miden periódicamente la evolución del paro: la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora del Insituto Nacional de Estadística (INE) y el paro registrado que publica el Ministerio de Trabajo e Inmigración (MTIN), a las que se suma la estadística de la Unión Europea (Eurostat). Estos instrumentos de medición dan resultados dispares en cuanto a la cifra total de desempleados, lo que se atribuye a diferencias metodológicas en su realización, pero también a una contabilización que no está del todo ajustada a la realidad.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE, antiguo INEM) analiza la evolución del paro en España en función del sexo, edad y sectores económicos. Esta estadística que publica cada mes el MTIN recoge el número total de solicitudes de trabajo que realiza un trabajador, desempleado o no, y que está dado de alta en los registros de las Oficinas de los Servicios Públicos del Sistema Nacional de Empleo. Según esta última estadística, el paro registrado en mayo -es decir, número total de nuevas solicitudes de empleo que se gestionan en las oficinas de empleo- bajó un 0,68% tras 14 meses de subidas consecutivas y la cifra total de desempleados se situó en 3.620.139.

Por su parte, la EPA que realiza trimestralmente el INE se basa en los resultados de entrevistas telefónicas realizadas a personas en edad de trabajar: se trata de estimaciones y no una estadística administrativa como el paro registrado. La última publicada en abril sobre el primer trimestre de 2009, señalaba que la tasa de desempleo aumentó 3,45 puntos desde enero a marzo hasta situarse en el 17,36% de la población activa, y el número total de desempleados alcanzó los 4.010.700.

¿Por qué el paro registrado es inferior al de la EPA?
¿A qué se debe esta diferencia en la cifra final de desempleados? La respuesta está motivada por las distintas metodologías y colectivos analizados, según explica José Luis Pérez Infante, profesor de la Universidad Carlos III en un informe publicado en la revista del ya extinto Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. "Prácticamente en todos los años en los que existen series históricas de las dos estadísticas se producen notables discrepancias entre las cifras del paro".

Qué tienen en cuenta el paro registrado y la EPA
La EPA parte de una muestra inicial de 65.000 familias a las que pregunta cada trimestre sobre su situación laboral, de las que responden unas 60.000, que equivalen a ente 180.000 y 200.000 personas de entre 16 y 74 años. En este censo se tiene en cuenta a los que no tienen empleo por cuenta propia o ajena en la semana previa a la entrevista, buscan trabajo en las cuatro semanas anteriores, están disponibles para trabajar en las dos semanas siguientes o se incorporarán a un trabajo en los próximos tres meses.

Se considera parado a quien se ha inscrito en la oficina de empleo en las cuatro semanas previas a la entrevista y excluye a las que sólo acuden a ella para renovar la demanda o acudir a cursos de formación ocupacional -en estos dos últimos años se clasificarían como inactivas-.

El paro registrado, por su parte, es una estadística mensual y tiene en cuenta a todas las personas desocupadas inscritas como demandantes de empleo, excepto a quienes buscan un trabajo eventual que no dure más de tres meses, un empleo de jornada reducida o inferior a 20 horas semanales, solicitantes de empleo para el extranjero o a domicilio o quienes se apuntan sólo porque es un requisito que les piden para entrar en un proceso de selección específico.

Tampoco contabiliza como parados a los pensionistas de jubilación mayores de 65 años, estudiantes menores de 25 años, demandantes de primer empleo, asistentes a cursos de formación, personas incapacitadas o de baja médica, pensionistas por invalidez, quienes rechacen acciones de inserción laboral o trabajadores agrarios subsidiados.

Por último, el paro registrado excluye a otros dos grupos que sí incluye la EPA: los afectados por un Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que cobran no reciben el 50% del salario y están disponibles para trabajar, así como los fijos discontinuos apuntados al paro fuera del periodo de actividad. En períodos de contracción económica en los que los ERE están a la orden del día, tal como ocurre ahora, se da una mayor disparidad entre ambas estadísticas.

Dos razones
Según Pérez Infante, hay dos razones fundamentales que explican que sea mayor la cifra de la EPA a la del paro registrado, aunque también puede darse la situación inversa. Primero, no todos los parados de la EPA buscan trabajo en los servicios públicos de empleo, sino que recurren a agencias privadas, anuncios, contactos personales o envío de currículos. En segundo lugar, no todas las personas que se inscriben como demandantes en un registro público están paradas. Para la EPA éstos sí contarían puesto que reúnen los requisitos -están desocupados, buscan empleo y están disponibles para trabajar-, pero no para el paro registrado, como los estudiantes menores de 25 años, los demandantes de primer empleo o quienes piden empleos de corta duración o de jornada reducida.

Es decir, no todas las personas desocupadas e inscritas como demandantes de empleo se clasifican como paradas en la EPA, pero sí como paradas registradas, y no todas las personas registradas en las oficinas públicas de empleo como demandantes de empleo e incluidas como en las cifras de paro registrado se computan como paradas de la EPA, lo que da lugar a distintas cifras de desempleo.

La Administración Pública ha ido realizando modificaciones en ambas estadísticas para ajustarse a los cambios coyunturales, ya que la contabilidad de las cifras de desempleo fluctúa mucho. Por ejemplo, en 2006 se dio la circunstancia de que el paro registrado superó a la EPA, porque había personas inscritas en el SPEE como paradas que se consideraban como tales en la EPA, pero que no habían tenido contacto con la oficina de empleo en las últimas cuatro semanas, ya que se habían limitado a renovar la demanda y eso no demuestra que estén buscando trabajo.

Los denos
A pesar de que las diferencias se han ido reduciendo paulatinamente, muchos expertos cuestionan todavía su falta de fiabilidad estadística porque no incluye a los demandantes de empleo no ocupados (denos), con lo que la cifra de parados estaría por debajo de la realidad. Así, desde mayo de 2004 la Administración ofrece información sobre demandantes de empleo y clasifica estas solicitudes en tres grupos:

* Ocupados: son aquellos demandantes que teniendo ya un empleo buscan uno mejor o compatibilizarlo con el que ya realizan (mejor empleo, pluriempleo).

* Con disponibilidad limitada: son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo (sólo a domicilio, teletrabajo, en el extranjero...).

* Demandantes de empleo no ocupados (Denos): Este grupo lo componen los que ya se consideraban parados en las estadísticas del SPEE y algunos colectivos que aunque no se consideran desempleados por éstas, como los demandantes de servicios previos al empleo, sí se incluyen como parados en la EPA, que a los parados registrados les agrega colectivos como estudiantes o trabajadores eventuales agrícolas subsidiados.

Parados estadísticos y parados reales
Así, "el resultado del paro registrado está un 10% por debajo del colectivo que realmente no tiene empleo, y que determinaría el total de parados reales, según señalaba días atrás EXPANSIÓN: "Si se computan el resto de personas que no forman parte del registro oficial, el número de parados real estaría por encima de los cuatro millones (4.048.356). Esta cifra aglutina, por un lado, a los trabajadores con disponibilidad limitada -178.841- que, por ejemplo, piden un contrato a tiempo parcial. Además, existen 264.116 personas agrupadas bajo el epígrafe de denos en el que se incluyen los desempleados que cursan un programa de formación".

¿Qué datos son más fiables?
La mayoría de expertos apuestan más por la fiabilidad de los datos de la EPA y hay quienes creen que el dato del paro registrado por sí mismo no tiene validez si no se acompaña de las fluctuaciones de los mencionados denos. Otros argumentos en favor de la EPA son "que permite establecer series homogéneas en el tiempo, se pueden disgregar los datos por regiones y proporciona información no sólo sobre las personas desempleadas, sino también por las ocupadas, las inactivas, etcétera", señala un informe de RTVE publicado al respecto. No obstante, "el paro registrado es mucho más inmediato y permite conocer el desempleo incluso por municipios, mientras que la muestra de población activa no alcanza a todos los pueblos de España".

Estadística de la Comisión Europea
Por último, la Comisión Europea repasa periódicamente la situación del paro en los 27 países miembro de la Unión mediante la Oficina de Estadística Europea (Eurostat) y publica la tasa de desempleo ajustada estacionalmente. Esta importante fuente de datos macroeconómicos se nutre de los datos de la EPA y no tiene en cuenta los registrados en las oficinas públicas de colocación.


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