Junto a la fachada principal de la Delegación del Gobierno en la ciudad, los inmigrantes han demostrado sus habilidades a través de un acto de sensibilización y concienciación sobre el problema de las personas refugiadas que un día tienen que abandonar su país casi con lo puesto.
La Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social Europea (EAPN-Ceuta) ha trasladado al centro de la ciudad las habilidades de estas personas a través de una serie de actos que se han inaugurado este mediodía y concluirán a las nueve de la noche.
La intención fundamental de los actos, según ha explicado a Efe el presidente de EAPN-Ceuta, es acercar la cultura, el trabajo, la música y "sobre todo su amistad y su cariño" a todos los ciudadanos, para concienciar a la sociedad sobre "su verdadero drama".
El sastre Sher Kahn, de 40 años y natural de Afganistán, muestra sus habilidades con la máquina de coser y nos cuenta que lleva diez meses en Ceuta, después de haber tenido que "salir huyendo" de su país, donde era carnicero.
Las mujeres argelinas Halima Khadraoui y Khedidja Kadad, que llevan dos meses en la ciudad y que eran amas de casa en su país de origen, aprovechan la jornada para mostrar la técnica de la "henna" consistente en tintes en las manos para evidenciar "una parte de la cultura árabe".
En otro lado encontramos a los subsaharianos Ousmane Faye y Landiny Sarr, ambos de Gambia, los cuales fabrican esponjas con cordeles como hilos. "Entramos en una balsa hace ocho meses y hacemos esponjas que luego vendemos a cinco euros la unidad".
También de Gambia proceden Dione Pape y Danielle Nicole, que realizan rastas y peluquería a base de trenzas. "Algunas llevan más de dos horas, según el peinado, y luego cobramos cinco euros".
Las pulseras también tienen su espacio reservado de la mano de Ahmet Yonwa, natural del Chad, quien realiza pulseras de todo tipo que vende a tres euros. "Dependiendo el tipo tardo una hora por pulsera", nos dice este joven que hace dos meses llegó a Ceuta en una balsa de playa.
Estos inmigrantes son un ejemplo de las habilidades que encierran las paredes del CETI de Ceuta, donde conviven unas 500 personas, y que mañana abrirá sus puertas al público durante todo el día para que la sociedad se identifique con estos inmigrantes que sólo buscan un futuro mejor.
El director del CETI, Carlos Bengoechea, ha sido uno de los artífices de esta iniciativa. EFE rp/fs
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